El Port de Tarragona está trabajando en la electrificación de los muelles, con el objetivo de avanzar hacia la descarbonización de la actividad portuaria. Al respecto, una de las prioridades será el Moll de Balears, donde se concentra la actividad de cruceros desde su inauguración a finales de octubre de 2021.
Según explicó el presidente Saül Garreta en estos momentos se está trabajando en la redacción del proyecto, que se prevé que pueda salir a licitación antes de fin de año. De esta forma, se calcula que a partir del segundo semestre de 2026 los buques que lleguen a la nueva terminal ya podrán enchufarse a la red de suministro, lo que reducirá las emisiones contaminantes. «Será una realidad que nos pide la industria», decía.
El uso de la electricidad como fuente de energía para operaciones portuarias también debe suponer la reducción de ruidos y vibraciones, puesto que los motores eléctricos tienden a ser más silenciosos y generan menos vibraciones que los motores de combustión.
Junto al Moll de Balears, desde el Port de Tarragona también se priorizará la electrificación de las terminales de Andalucía y Cantabria. El conjunto de los tres proyectos suman una inversión aproximada de unos 16 millones de euros. La sostenibilidad y la descarbonización son dos de las prioridades del enclave tarraconense, dentro de la estrategia #RumbEcoPort2027.