Apenas cinco minutos necesitó Eugen Marin Sabau para entrar a la oficina de Securitas de la plaza Prim de Tarragona y disparar contra tres empleados de la empresa. Lo hizo con una peluca de mujer y una gorra para que le abrieran la puerta, y una vez dentro sus compañeros le reconocieron. Después de una breve discusión sacó la pistola y empezó a disparar. Así lo muestra un vídeo de las cámaras de seguridad de la empresa del pasado 14 de diciembre que ha publicado El País. En este se ve claramente como las víctimas reciben varios disparos. Por su parte, el gerente de la compañía sigue ingresado en el Hospital Joan XXIII y, dentro de la gravedad, evoluciona favorablemente, según ha podido saber el Diari.
En el vídeo también se puede observar como las otras dos víctimas reciben las balas de Eugen. Cuando decide que ya es suficiente, mete sus cosas en la mochila y se va. Según la información publicada por el periódico de ámbito nacional es durante la huida cuando el atacante manda un correo electrónico, preparado con anterioridad, a sus compañeros en el que califica el acto como de «justicia» y denuncia el «infierno» que vivió en Securitas, habiendo sido de «explotación laboral» y de «racismo».