La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona de llevar al pleno municipal la adjudicación del contrato de la basura a la empresa Urbaser –después de la resolución favorable del Tribunal Català de Contractes (TCC)– no cuenta con la unanimidad de todos los grupos municipales. Así se desprende de la reunión de la Junta de Portavoces que se hizo ayer. El secretario municipal, Joan Anton Font, explicó a fondo a los portavoces la resolución del tribunal.
Maria Roig, portavoz del grupo de ERC, reconocía que la reunión –que duró dos horas– fue «muy incómoda». Para ella, se reflejó que en el equipo de gobierno «hay muchos nervios y mucha prisa por cerrar el tema del contrato de basura, sobre todo por parte del alcalde, quien en varios momentos ha perdido los papeles». ERC pide que el Ayuntamiento «defienda ante el TCC el trabajo realizado por la mesa de contratación, porque de lo contrario está admitiendo haber hecho mal la adjudicación. En el mismo informe se dice que ha sido impecable e incluso aparece reflejado que desde el consistorio discrepan con la resolución del mismo tribunal».
Crítica también fue la portavoz del PP. Maria Mercè Martorell asegura que ««estamos peor que hace un año por la incapacidad del gobierno municipal y sus prisas por licitar el contrato más caro del Ayuntamiento. Por querer correr hace un año y por querer correr ahora, continuaremos con la capital más sucia que nunca. Se tendría que haber redactado un pliego adecuado a la realidad de la ciudad y nos hubiéramos ahorrado la situación tan complicada que tenemos ahora con la limpieza de Tarragona».
«Impaciencia
Jordi Collado, de Tarragona-En Comú Podem, hablaba también de «impaciencia» por parte del alcalde Viñuales: «El gobierno está actuando de forma impulsiva. Y esto nos comporta preocupación para la ciudad». Señala que no solo el alcalde tiene prisa para poder ver una ciudad limpia, también los ciudadanos, «pero no creemos que esta sea la única manera». Y recalca: «Avanzar hacia este precipicio es peligroso. Veremos que resultado da, seguramente no a corto plazo, que también porque habrá recursos, sino a largo».
De «precipitación» también se quejó la portavoz de Vox, Judith Gómez: «La situación actual es muy grave. No apoyaremos la precipitada adjudicación del contrato de basura. Consideramos que proceder sin un informe externo es un acto de irresponsabilidad, ya que podría llevar a la paralización del contrato. Una vez más, los ciudadanos tendrán que pagar por la irresponsabilidad y mala gestión del gobierno y sus socios que lo apoyaron».
Jordi Sendra, portavoz de Junts, se mostraba de acuerdo con la decisión del equipo de gobierno: «Es una evidencia que Tarragona está sucia. Y no podemos esperar más. Si hay una resolución de este tribunal (TCC), se tiene que cumplir. Reconocía que la reunión fue un «debate jurídico largo», con «disparidad de criterios y opiniones».
Discrepar en la forma
Por su parte, los dos concejales no adscritos –Jaime Duque y Javier Gómez–, mostraban su apoyo al equipo de gobierno, aunque discrepaban –ambos son abogados– en el procedimiento, aseguraba Gómez. Cree que se tendría que redactar otro acto administrativo «porque lo que dice la resolución es que continúa el proceso administrativo». Considera que esta decisión es «la que puede provocar menos daño o perjuicio para el Ayuntamiento.
El equipo de gobierno declinó realizar una valoración de la reunión y remitió a las declaraciones realizadaspor la concejal de Contractació, Isabel Mascaró: «Ejecutaremos la resolución del Tribunal Català porque estamos obligados a hacerlo, la resolución agota la vía administrativa. De hecho, nos permite avanzar en el nuevo contrato y así posibilita realizar el cambio de servicio y de maquinaria tan necesaria para la limpieza de la ciudad».
La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona de llevar al pleno municipal la adjudicación del contrato de la basura a la empresa Urbaser –después de la resolución favorable del Tribunal Català de Contractes (TCC)– no cuenta con la unanimidad de todos los grupos municipales. Así se desprende de la reunión de la Junta de Portavoces que se hizo ayer. El secretario municipal, Joan Anton Font, explicó a fondo a los portavoces la resolución del tribunal.
Maria Roig, portavoz del grupo de ERC, reconocía que la reunión –que duró dos horas– fue «muy incómoda». Para ella, se reflejó que en el equipo de gobierno «hay muchos nervios y mucha prisa por cerrar el tema del contrato de basura, sobre todo por parte del alcalde, quien en varios momentos ha perdido los papeles». Considera que un tema tan relevante «debe poder hablarse con la máxima sinceridad y tranquilidad».
Mesa de contratación
ERC pide que el Ayuntamiento «defienda ante el TCC el trabajo realizado por la mesa de contratación, porque de lo contrario está admitiendo haber hecho mal la adjudicación. En el mismo informe se dice que ha sido impecable e incluso aparece reflejado que desde el consistorio discrepan con la resolución del mismo tribunal». Por ello, no entiende como el alcalde renuncia a presentar un recurso y, en cambio, tiene tanta prisa por adjudicarlo a la segunda empresa de la lista. Y recalca: «No puede ser que un contrato tan bien hecho se acabe adjudicando tan mal a causa de la precipitación. La resolución del TCC no nos obliga a hacer nada de inmediato, hay tiempo para valorar bien otras opciones que de momento parece que el alcalde quiere obviarlas».
Crítica también fue la portavoz del PP. Maria Mercè Martorell asegura que ««estamos peor que hace un año por la incapacidad del gobierno municipal y sus prisas por licitar el contrato más caro del Ayuntamiento. Por querer correr hace un año y por querer correr ahora, continuaremos con la capital más sucia que nunca. Se tendría que haber redactado un pliego adecuado a la realidad de la ciudad y nos hubiéramos ahorrado la situación tan complicada que tenemos ahora con la limpieza de Tarragona».
Preocupación
Jordi Collado, de Tarragona-En Comú Podem, hablaba también de «impaciencia» por parte del alcalde Viñuales: «El gobierno está actuando de forma impulsiva. Y esto nos comporta preocupación para la ciudad». Señala que no solo el alcalde tiene prisa para poder ver una ciudad limpia, también los ciudadanos, «pero no creemos que esta sea la única manera». Y recalca: «Avanzar hacia este precipicio es peligroso. Veremos que resultado da, seguramente no a corto plazo, que también porque habrá recursos, sino a largo».
De «precipitación» también se quejó la portavoz de Vox, Judith Gómez: «La situación actual es muy grave. No apoyaremos la precipitada adjudicación del contrato de basura. Consideramos que proceder sin un informe externo es un acto de irresponsabilidad, ya que podría llevar a la paralización del contrato. Una vez más, los ciudadanos tendrán que pagar por la irresponsabilidad y mala gestión del gobierno y sus socios que lo apoyaron».
En el lado contrario
Jordi Sendra, portavoz de Junts, se mostraba de acuerdo con la decisión del equipo de gobierno: «Es una evidencia que Tarragona está sucia. Y no podemos esperar más. Si hay una resolución de este tribunal (TCC), se tiene que cumplir. Reconocía que la reunión fue un «debate jurídico largo», con «disparidad de criterios y opiniones».
Por su parte, los dos concejales no adscritos –Jaime Duque y Javier Gómez–, mostraban su apoyo al equipo de gobierno, aunque discrepaban –ambos son abogados– en el procedimiento, aseguraba Gómez. Cree que se tendría que redactar otro acto administrativo «porque lo que dice la resolución es que continúa el proceso administrativo». Considera que esta decisión es «la que puede provocar menos daño o perjuicio para el Ayuntamiento.
Desde el equipo de gobierno declinaron ayer realizar una valoración de la reunión y se remitieron a las declaraciones realizadas el martes por la concejal de Contractació, Isabel Mascaró: «Ejecutaremos la resolución del Tribunal Català porque estamos obligados a hacerlo, la resolución agota la vía administrativa. De hecho, nos permite avanzar en el nuevo contrato y así posibilita realizar el cambio de servicio y de maquinaria tan necesaria para la limpieza de la ciudad».