El muro de la Escola El Miracle, que se cayó por las fuertes lluvias en septiembre, no estará arreglado hasta finales de este curso. El Ayuntamiento trabaja con la idea de que las obras se acaben en abril. El motivo del retraso es que era necesario hacer un estudio para determinar cómo tenían que acceder las maquinas al lugar para poder empezar las obras, teniendo en cuenta que el Passatge del Sol –la calle donde da el muro– es muy estrecha y no está capacitada para soportar maquinaria pesada. No se trata de unos trabajos fáciles. Finalmente, la opción escogida ha sido construir un paso que conecte los dos patios de la escuela –el afectado por la caída del muro y otro–, y así poder llevar a cabo las obras. Esta medida implica que los alumnos se queden sin dos de los cuatros patios, y que el centro educativo haya tenido que buscar alternativas para las horas de patio y de Educación Física.
La historia de este muro se remonta al pasado 23 de septiembre, cuando Tarragona registraba unas fuertes lluvias que arrasaron algunos puntos de la ciudad. La mayoría de los desperfectos pudieron saldarse con bastante urgencia. No fue el caso del muro de El Miracle. «Estos trabajos eran de mucha complejidad e implicaban una amenaza para la seguridad, teniendo en cuenta su ubicación. No podíamos improvisar», asegura el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Xavi Puig.
La caída del muro dejaba uno de los patios del colegio inutilizado completamente, con la pista llena de escombros y de piedras. En un primer momento, se actuó en los suministros, reubicando los puntos de luz y los sistemas de agua. «Un arquitecto especialista en estructuras ha hecho el estudio para saber qué alternativas teníamos para rehacer el muro», explica Puig. El problema es que la maquinaria no podía acceder al lugar por el Passatge del Sol. «Es una calle estrecha que, a un lado tiene la escuela y, en el otro, un edificio. Quizás no resistiría el peso», añade el concejal.
La alternativa más viable es abrir un paso entre los dos patios que permita conectarlos. «A través de una pendiente, las máquinas podrán acceder al lugar para retirar los escombros y reconstruir el muro de contención. Además, el colegio saldrá beneficiado ya que la rampa unirá los dos patios y los hará más accesibles», explica Puig.
«Está claro que la escuela se verá afectada, pero es una consecuencia directa de las lluvias. Nosotros lo que haremos es solucionar el problema en el menor tiempo posible y priorizando siempre la seguridad», asegura el concejal.
El coste de los trabajos asciende a 859.000 euros. En un principio, la Generalitat se comprometió a pagar la mitad de los desperfectos. El resto irá a cargo del Ayuntamiento.
Adaptarse a las circunstancias
Los alumnos de la Escola El Miracle –unos 300– se han quedado sin poder disfrutar de dos de los cuatros patios durante casi todo el curso. Esto ha obligado a adaptar, tanto las horas de patio como la Educació Física. «Lo que hemos hecho es ampliar las zonas donde los niños puedan pasar la medio hora de patio. Hemos habilitado la biblioteca para hacer juegos de mesa y lectura, y la Sala d’Actes, donde ahora hacemos teatro», explica la jefa de estudios del colegio, Rosa Vergara, quien reconoce que ha significado un cambio organizativo para el profesorado.
También se ha adaptado la asignatura de Educació Física. Cuando coinciden más de un grupo, uno se queda en uno de los patios y, el otro, sale al exterior, a la playa o al Parc de les Granotes.
La jefa de estudios explica que en un principio las previsiones eran optimistas, «pero luego ya vimos que se trataba de una cosa de gran envergadura», añade. Finalmente, Vergara asegura que lo único que necesitan los padres para estar tranquilos es información, saber lo qué pasará.
Por su lado, la AFA de la Escola El Miracle –la asociación de familias del centro– también ha tenido que adaptar las actividades extraescolares y el comedor. El tema ha sido complicado, teniendo en cuenta que el fútbol y el baloncesto se hacían en las dos pistas que han quedado inutilizadas. En el caso del fútbol, la actividad se ha trasladado en un patio interior con porterías móviles. «El baloncesto lo hemos transformado en multiesport durante el primer trimestre, porque no teníamos canastas. Ahora hemos conseguido que nos instalen unas», explica Meritxell Piqué, presidenta de la AFA de la Escola El Miracle.
Referente al comedor, la mayoría de alumnos utilizan el patio de arena. «Sí que es verdad que hemos detectado más problemas de alergias», comenta Piqué, quien añade que «los niños necesitan jugar en espacios más grandes». El Ayuntamiento les ofreció poder utilizar el Parc de les Granotes al mediodía. «El problema es que no tenemos suficientes monitores como para poder salir del centro», explica la presidenta.
Lo que más preocupa a padres y madres es la seguridad de sus hijos. «Nos gustaría que se analizara también el ruido que pueden generar estas obras durante el curso. Sobre todo, para los alumnos con necesidades especiales», añade Piqué. Por su lado, el concejal de Territori asegura que «lo peor ya ha pasado».