El municipio del Morell (Tarragonès) ha terminado un nuevo estudio -el cuarto- sobre la calidad del aire, encargado en la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC).
Hoy martes 19 de febrero, se desmontan los equipos de control instalados en una casa particular y en el almacén de la brigada municipal, donde se han recogido datos durante un mes.
Por primera vez se ha incorporado un sensor para calibrar los episodios o incidencias puntuales que se dan en el polígono petroquímico norte.
El Morell es el único municipio que continúa midiendo la cantidad de compuestos orgánicos volátiles que afectan a la salud, como el butadieno, del cual se detectó una elevada concentración de este contaminante en el primer estudio, que se remonta a 2013, y que encendió las alarmas.
Desde entonces el nivel se ha reducido, si bien desde El Morell se continúa reclamando un estudio global de la contaminación al territorio encabezado por el alcalde de Tarragona.
El alcalde del Morell, Pere Guinovart, lamenta, en su opinión, los pocos resultados de la Tabla de la Calidad del Aire del Camp de Tarragona y discrepa de los estudios alternativos y de las diferencias internas entre administraciones, universidades e industrias.
“Si hubiera voluntad política y dejáramos aparte los lobbys de presión, hay dinero para hacer un estudio del norte y del sur”, ha afirmado. El Morell, preocupado por la calidad del aire, sigue haciendo estos estudios sobre los compuestos orgánicos volátiles -una familia de hasta 300 compuestos, si bien solo se cuantifican los que tienen impacto sobre la salud, que representan unos 80-, un amplio abanico que, según los expertos, no se analiza a las casetas de recogidas de datos de la Generalitat distribuidas por el territorio catalán, más allá del benceno, puesto que básicamente se buscan los contaminantes primarios.
Uno de los topes con los cuales se encuentran los técnicos del Laboratorio del Centro de Medio Ambiente de la UPC es la inexistencia de parámetros de referencia al Estado sobre estos compuestos que permitan hacer comparativas.
En este último estudio se ha añadido un equipo con un sensor que se activa automáticamente cuando hay episodios, aparte del equipo de captación de 24 horas. Se espera obtener resultados en cuestión de días.
Del primer estudio, en el cual estaban adheridos cuatro municipios con un presupuesto de 90.000 euros, El Morell se ha quedado solo en este análisis de la calidad del aire. “Son puertas giratorias y se han cortado alas a municipios; nosotros, con 5,5 millones de euros de presupuesto municipal, si no analizamos el aire desconoceríamos su calidad; tenemos que convivir y a la vez ser exigentes y asumir cada cual su parte de corresponsabilitat", concluye Guinovart.
