El Ministerio para la Transición Ecológica prevé archivar los expedientes de dos líneas privadas de alta tensión promovidas por la empresa Forestalia, que estaban diseñadas para transportar energía renovable desde Aragón hasta Catalunya. Así lo han informado desde La Vanguardia.
Estas líneas, conocidas como Valmuel-Begues e Isona-Conca Dellà, han recibido informes negativos de la Generalitat, lo que ha frenado su desarrollo. La Generalitat ha esgrimido razones ambientales y de políticas energéticas para vetarlas, alegando su impacto sobre la biodiversidad y los espacios naturales.
Trazado por Tarragona
El trazado de Valmuel-Begues, en particular, afectaba directamente a diversas comarcas de Tarragona, como Terra Alta, Ribera d’Ebre, Priorat, Baix Camp, Tarragonès y Baix Penedès, con una longitud de 184 kilómetros, de los cuales 154 discurrían por territorio catalán.
La consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, declaró a La Vanguardia que el Govern ya ha tramitado los informes desfavorables y que ahora es el Ministerio el que debe finalizar los expedientes. “Para nosotros, las políticas de energía deben recaer en el sector público, y por eso estamos negociando con Red Eléctrica, que debe aprobar la próxima planificación del transporte de energía en Catalunya”, afirmó Paneque.
Forestalia también proyecta una tercera línea de alta tensión entre Aragón y Rubí, que cuenta con una declaración de impacto ambiental favorable no condicionada a la Generalitat, aunque ahora también enfrenta incertidumbre. La empresa había planteado, incluso, soterrar parte del trazado de la línea Valmuel-Begues para mitigar su impacto.
El veto a estas líneas supone un importante revés para Forestalia, que buscará ahora reconducir sus proyectos de energía renovable. Las instalaciones eólicas y fotovoltaicas previstas en Aragón, con declaración ambiental favorable, podrían reorientarse hacia otros usos dentro de la comunidad aragonesa, donde existen planes industriales que podrían aprovechar esta energía. La empresa, por tanto, intentará conectarse a otros puntos de evacuación de la red de transporte, algo que dependerá de las concesiones de Red Eléctrica.
Fuentes ministeriales citadas por el medio consideran que las líneas de evacuación como las proyectadas por Forestalia, con recorridos de hasta 200 kilómetros, tenían un riesgo inherente de quedar varadas. Además, las dificultades para materializar proyectos de tal envergadura eran previsibles, sobre todo teniendo en cuenta que la mayor parte de su trazado atravesaba zonas tarraconenses con alta sensibilidad ambiental y paisajística.
