A partir del mes de junio, si se cumplen las previsiones, el Hospital Joan XXIII de Tarragona realizará cribados de cáncer de pulmón a través de una tomografía axial computarizada (TAC). El centro será uno de los 38 –9 en Catalunya– que formarán parte de la prueba piloto del proyecto CASSANDRA (Cancer Screening, Smoking Cessation and Respiratory Assessment), una iniciativa liderada y promovida por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) en coordinación con el resto de Sociedades Científicas (SSCC). El Hospital Sant Joan de Reus también formará parte del proyecto, junto a algunos Centros de Atención Primaria (CAP) de ambas ciudades.
Las personas objetivo de estos cribados serán aquellas de entre 50 y 75 años que fumen o que hayan dejado de fumar en los últimos quince años. Además, las que sean fumadoras activas van a entrar en un programa de cesación tabáquica para que así dejen de fumar. Lo explica el coordinador del proyecto CASSANDRA y jefe clínico del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital de Sant Pau, el doctor Juan Carlos Trujillo: «Para entrar a formar parte, las personas no podrán ser fumadoras; si vemos que no conseguimos que algún paciente deje de fumar, nos veremos obligados a sacarlo del cribado».
La intención es que los centros participantes vayan iniciándose en el proyecto de forma progresiva, es decir, que no todos los que están adscritos comiencen a la vez. Pese a que no hay una fecha concreta de inicio en Tarragona, «la voluntad es que se empiece durante el mes de junio, se intentará apretar porque los meses de julio y agosto son complicados para comenzar», explica Trujillo.
En todos los centros, hay que pasar unos comités de ética, que deberán aceptar y dar el visto bueno a la infraestructura que la dirección del proyecto ha ideado: «Esta fase puede prolongarse durante algunas semanas» indica el doctor.
Para entrar a formar parte de CASSANDRA, existirán dos vías, ya que cada centro funciona de forma distinta: por una parte, el propio paciente se dirigirá a un especialista –normalmente un neumólogo– o a un médico de cabecera para solicitar su inclusión. También podrá ser el mismo facultativo quien recomiende a alguno de sus pacientes. A esta persona se le realizará un TAC de tórax, una espirometría –que es un estudio indoloro del volumen y ritmo del flujo de aire dentro de los pulmones– y una analítica.
Una vez efectuadas las pruebas, si existe algún dato patológico, el paciente saldrá del programa de cribado y pasará a una fase diagnóstica. Si no se encontrase ninguna anomalía, se le realizaría un seguimiento mediante un TAC anual durante los cinco años en los que funcionará esta prueba piloto y en los que se pretende dar cobertura a entre 45.000 y 50.000 casos en todo el Estado. «Sería el proyecto con mayor número de personas cribadas a nivel mundial», destaca Trujillo.
«Tras estos cinco años, cerraremos el proceso de inclusión de nuevos casos y se llevará a cabo una valoración global del proyecto con la intención de que este servicio pueda entrar en la cartera pública», añade. El de pulmón se sumaría al cribado de mama, colon y cérvix. «Queremos analizar en qué medida sería factible implementar este cribado en toda España», observa Trujillo.
El tumor más letal
El cáncer de pulmón es el tumor que más muertes provoca. En 2021, en la demarcación de Tarragona, 349 personas fallecieron por esta causa. El segundo más letal fue el de colon. En Catalunya, los casos de cáncer de pulmón fueron 3.358 y, en el conjunto del territorio español, los fallecidos por esta causa fueron 22.438.
La mortalidad de los hombres de toda España por cáncer de pulmón ha caído un 29% en las dos últimas décadas. Por contra, la de las mujeres se ha duplicado en el mismo período de tiempo, según el informe Patrones de la mortalidad en España, publicado por el Ministerio de Sanidad. En esta línea, el proyecto CASSANDRA nace con la voluntad de que estas tasas caigan durante los próximos cinco años, para que, finalmente, esta prueba se mantenga para siempre.