El dinero expoliado de Franco: 'Con el lío que hay, los políticos no se van a entretener en lo nuestro'

Decenas de tarraconenses luchan para recuperar el dinero expoliado a sus padres o abuelos. Poco a poco pierden la esperanza

06 agosto 2019 19:00 | Actualizado a 07 agosto 2019 15:08
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«No hay voluntad política para arreglar el tema. En los últimos años parece que están enterrando la cuestión. Nadie hace nada de nada. Fue una injusticia de la que nadie habla. Yo estoy perdiendo la esperanza de recuperar el dinero», afirma Ferran Castellví, de L’Hospitalet de l’Infant.

Al abuelo de Ferran, Jaume, le incautaron 3.022 pesetas. «Fue un expolio en toda regla. Si quisieran, los políticos podrían zanjar el tema. No tiene que haber demasiadas personas que puedan demostrar, con papeles, que a sus familiares les quitaron el dinero. Muchos quemaron, por miedo el recibo que les dieron en su día», continúa Castellví.

Ferran forma parte de la Asociación de Perjudicados por la Incautación del Gobierno Franquista (APIGF). Cuenta con integrantes en Tarragona, Reus, El Vendrell, Mont-roig, L’Hospitalet, Riudecols, La Riera de Gaià, El Pla de Santa Maria, Montblanc, L’Argentera, El Perelló, El Morell, Cunit, Camarles, Alcover, Calafell, El Catllar, L’Ametlla de Mar, Benissanet...

Para Ferran, la posible formación de un gobierno de izquierdas no aporta ni una pequeña luz en el túnel de la larga lucha por recuperar el dinero de su abuelo. «El PSOE ha tenido mayorías absolutas y no ha hecho nada. Hacen lo que quieren los poderes fácticos. Hay alguien interesado en que el tema se muera», lamenta Castellví.

«Antes de las elecciones todo el mundo promete mucho, pero a la hora de la verdad no sé si harán nada», interviene Maria Teresa Mariné. A su abuelo materno, Domingo Cabrisses, le incautaron 33.470 pesetas. Según explica Maria Teresa, Domingo sufrió un doble expolio. Los anarquistas le sustraían comida y bebida de su tienda de Mont-roig. Los franquistas nunca le devolvieron aquellas 33.470 pesetas. Hoy equivaldrían a 465.567 euros.

«Los políticos no quieren rascarse el bolsillo. Con el lío que hay, están para otras historias. No se van a entretener en lo nuestro. El Govern de la Generalitat no tiene los presupuestos aprobados y el impasse político en el Gobierno del Estado no nos favorece», explica Maria Teresa. Ella misma y Ferran tienen prácticamente asumido que no percibirán compensación. Una injusticia más.

El apunte

Laureana Cervera fue elegida el pasado 8 de junio presidenta de la Asociación de Perjudicados por la Incautación del Gobierno Franquista (APIGF). En su caso, su abuelo materno, Amadeo, tuvo que entregar 7.000 pesetas a las autoridades del nuevo régimen pocos meses después de que, el 8 de abril de 1938, las tropas franquistas entraran a sangre y fuego en Lleida.

Ni la inestabilidad política, que convierte la memoria histórica en una cuestión ‘secundaria’, ni las sentencias en contra del Tribunal Supremo, desaniman a Laureana en su empeño de recuperar el dinero que perdió su abuelo.

«Llevamos trece años luchando. Si lo viésemos tan mal, no seguiríamos. Vamos con la verdad por delante, con papeles. Podemos demostrar que a nuestros familiares les expoliaron el dinero. Es una cuestión de Justicia, no un cuento de hadas», dice Laureana, en alusión a sus compañeros de la reivindicativa APIGF.

Según se explica en su web, «la transición dejó ‘para más adelante’ la revisión de todas las injusticias que se produjeron una vez acabada la guerra. Vimos con sorpresa como en la Ley de Memoria Histórica se reconoció el derecho de recuperar el patrimonio a partidos políticos, sindicatos y asociaciones y se negó este mismo derecho a la población civil».

Sigue la APIGF: «Nuestro reto y los esfuerzos de la Asociación se centran en que sean devueltas las cantidades incautadas con valor actualizado y que el Gobierno, en definitiva, asuma su responsabilidad. Por eso desde la APIGF estamos haciendo un llamamiento a todo aquel que tenga un recibo que pertenezca a su familia para que exija su derecho a recuperar lo que le corresponde».

«Que nos reconozcan»

Preguntada por el estudio de la Universitat de Girona que determina que una peseta de 1939 equivaldría a 13,91 euros de hoy, Laureana asegura que «no me fijo en el valor. No lo calculo. Primero hay que reconocer el expolio, antes de hablar de precio. Mientras no se nos reconozca, hablar del dinero no es más que el cuento de la lechera. La Guerra Civil provocó desgracias humanas, pero también económicas y psicológicas. Fue la segunda Desamortización de Mendizábal».

Las personas que tuvieron que entregar su dinero a las autoridades franquistas tenían recibos de lo entregado, pero nadie se atrevía a reclamar ni en los estertores de la Guerra Civil ni recién acabada. Bastante problema tenían con sobrevivir a la represión económica, política, cultural y social.

La asociación se ha ido reuniendo con diversos políticos, entre ellos el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Las fuerzas de izquierdas muestran su solidaridad, pero esa solidaridad no se plasma en hechos efectivos. Aún así Laureana no ceja: «Soy optimista. Si no lo eres, no vale la pena».

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