Desestacionalización. Este es el concepto en torno al cual ha girado el debate que se ha llevado a cabo en la sala Victoria Climent del Diari de Tarragona para presentar el Especial de Turismo de Proximidad. Un objetivo clave para el sector, cuyos agentes coinciden plenamente en que debemos tener una temporada turística de 356 días. El cómo conseguirlo depende de varios factores, entre ellos ampliar el concepto de nuestro turismo más allá del sol y playa.
Los ponentes participantes en el debate no han titubeado en absoluto: Hay que desestacionalizar. Para conseguirlo, el presidente del Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona, Carlos Brull, lo tiene claro: «Nos tenemos que acostumbrar a hablar de la continuidad de la temporada turística. Vivimos en una destinación fantástica para la que el sector público tiene muchas ganas de mejora», ha asegurado. En este sentido, Brull ha hecho referencia al plan estratégico 2025-2027 que prevé acciones para reforzar la Costa Daurada interior, un plan «inspirado en el plan conjunto para toda la Costa Daurada y que creemos que debe extrapolase al interior para darle mayor visibilidad».
El interior, la ‘otra Costa Daurada’, un término que ha utilizado el presidente de la AEHT, Francesc Pintado, cuando ha mencionado la apuesta de la asociación hacia ella: «Nosotros lo tenemos muy claro. Cuando hablamos de Costa Daurada pensamos en el sol y la playa, pero nunca nos viene a la cabeza hablar del Monasterio de Poblet, del Priorat... Nadie Nos relaciona con los castells, con los calçots, con nuestras Denominaciones de Origen o con las estrellas Michelin. Y todo esto también forma parte de nuestro territorio. Tenemos productos y establecimientos que hacen bandera de nuestra calidad, los 365 días del año».
¿Calidad o cantidad? He aquí otro quid de la cuestión. ¿Qué prima a la hora de desestacionalizar la temporada turística? En opinión de Juan Antonio Duro, catedrático de Economía de la URV, depende. En este sentido, Duro matiza que «calidad -entendiéndola desde el gasto medio, en los meses centrales de la temporada, y cantidad, fuera de ellos». En este punto, Brull ha discrepado brevemente: «Yo creo en la calidad», ha afirmado, añadiendo el ejemplo del Priorat, una comarca que «hace 30 años apostó por la calidad de sus uvas y el resultado solo hay que verlo. Tenemos todos los ingredientes necesarios para apostar por la calidad».
Así pues, si presumimos de calidad, ¿cómo podemos hacerla grande? Potenciando lo que ya tenemos, una afirmación que el miembro de la junta de la FEHT, Albert Candell, tiene muy clara: «Con lo que ya tenemos podemos ser muy grandes, porque somos muy buenos», asegura, y para ello anima a «no pisotearnos», es decir, «existen muchas iniciativas a nivel municipal y hay que potenciarlas, pero tenemos que ponernos de acuerdo: si un fin de semana un municipio celebra las jornadas de la galera, intentemos que ese mismo fin de semana el municipio de al lado no celebre la feria del vino». Canadell ha dirigido sus palabras hacia la palabra ‘mágica’: desestacionalización. En este sentido, ha añadido, con ella «tenemos que poner en valor activos que ya tenemos y que no se encuentran en ningún sitio».
En definitiva, la desestacionalización está a la vuelta de la esquina. Pero no solo de trata de alargar la temporada turística, sino también de volver la vista a un lado y descubrir una Costa Daurada que va más allá del sol y de la playa y que ofrece alternativas maravillosas que se pueden disfrutar los 365 días del año. Es esta ‘otra Costa Daurada’. Pintado ha reflexionado al respecto al apuntar que «hablamos de temporada de verano, pero también podemos pensar en turtismo de interior, de congresos, de cultura... Un turismo en el que participan má de 100 establecimientos en la provincia qu están abiertos todo el año».
Nadie ha dicho que sea fácil. No lo es, y menos a sabiendas de que, como ha recordado Juan Antonio Duro, «Tarragona es la segunda provincia más estacional de toda España, seguida únicamente por las islas Baleares». Pero hay que ser positivos: «La gente está viajando fuera de temporada y pide cosas diferentes», ha asegurado, con lo que está claro que «existe una sensibilización que va más allá del sol y la playa». Queda camino por recorrer, pero uniendo esfuerzos, nada es imposible.