La escuela de Cabra del Camp (Alt Camp) pidió al Departament d'Educació y al Arquebisbat de Tarragona la expulsión del cura Josep Maria Font en 2011 después de pillarlo con dos niñas sobre el regazo.
Font, que era profesor de religión en este colegio, aprovechaba la oscuridad para hacer tocamientos a los niños, mientras proyectaba películas religiosas en la biblioteca.
Según fuentes consultadas, el cura, que también impartía catequesis en parroquias de la comarca y participaba en colonias, también aprovechaba estos espacios para contactar con los niños. “Pero nadie denunció nunca nada, o se lo tapaba o se le tenía miedo”, recuerda una exdirectora de la escuela. El equipo director no se ha sorprendido de su destitución por supuestos casos de pederastia.
La negativa de una familia a dejar ir a sus hijos a unas colonias escolares si asistía padre Font puso en alerta a la escuela en relación a su profesor de religión.
Cada vez menos alumnos querían hacer esta asignatura. La preocupación y desconfianza hacia el cura fue en aumento hasta el punto que fue pillado mientras acariciaba las zonas íntimas de unas niñas, por encima de la ropa, mientras proyectaba un film en una pizarra digital. “Estaban mirando una película en una sala oscura, con niños en el regazo, y vi cosas que no me gustaron”, ha manifestado Joana Fuguet, entonces directora del centro y miembro del actual equipo docente.
Si bien su etapa como maestro en la escuela de Cabra del Camp fue relativamente corta, de unos pocos años, el padre había estado en contacto con niños de la comarca ya en los años noventa. Fue el cura de las parroquias de Cabra, de El Pla de Santa Maria y Figuerola del Camp.
Una antigua directora que estableció una estrecha relación con el padre Font, puesto que también era catequista, reconocía que a menudo le tenía que llamar la atención porque abrazaba y tocaba demasiado los niños. “A las colonias les hacía cosquillas antes de ir a dormir para tocarlos”, ha explicado. “Se acercaba a los niños y la cosa fue a más cuando murió su madre”, recuerda la antigua directora.
Visto como uno “caza-herencias”
Vecinos del territorio afirman que también eran muchos los que defendían el padre, al cual consideraban una persona “apacible” y predispuesta a hacer favores a la gente. Otros, por el contrario, remarcan que, más allá de los rumores de tocamientos y abusos que siempre lo rodearon, tenía un carácter ambicioso y que buscaba complacer gente mayor con objeto de hacerse con su patrimonio.
Finalmente la escuela, después de reunirse con los padres, decidió expulsarlo y así lo comunicó a través de una carta dirigida a Educació y al Arquebisbat en la cual se denunciaban las “confianzas excesivas” con los alumnos hasta el punto “de incomodarlos”, y que era “demasiado cariñoso” con los niños, con los que mantenía “contactos físicos de forma repetida”.
Los alcaldes en el cargo en aquellos años -Mateu Montserrat (El Pla de Santa Maria), Andreu Ferré (Cabra del Camp) y Marcel Segarra (Figuerola del Camp), este último ya difunto-, se reunieron con él para pedirle explicaciones y para comunicarle que tenía que marcharse de la zona. Durante este encuentro, Font lo negó todo y alegó que eran “mal interpretaciones”.
Las investigaciones y la destitución
Posteriormente fue destinado a la parroquia de Sant Pere de Cambrils, donde habrían proseguido los supuestos abusos, hasta que el 2015 fue destituido de manera repentina por el Arquebisbat de Tarragona.
Entre junio del 2015 y el 2016, mosénFont fue investigado por el Vaticano por presuntos tocamientos a menores "con finalidad libidinosa". A partir de esta investigación, se adoptaron medidas disciplinarias proporcionadas a los hechos probados, según el Arquebisbat.
Más tarde, el cura fue nombrado rector de Arbeca y otros pueblos de la comarca del Urgell y finalmente ha sido destituido este miércoles por el Arquebisbat, al destaparse que se estaba siendo investigado por presuntos abusos a menores.