El Ayuntamiento de Tarragona quiere revitalizar comercialmente el barrio del Serrallo. Quiere que los locales vacíos se llenen de actividad, que los jóvenes artesanos encuentren su espacio en el barrio y que el Serrallo se convierta de nuevo en la joya de la corona. Para ello, el Consistorio encargará en los próximos días un proyecto para impulsar la apertura de negocios en el barrio. Una especie de plan de acción que defina la hoja de ruta a seguir.
«Nuestra voluntad es dinamizar el Serrallo desde un punto de vista comercial. Siempre respetando la identidad y la esencia del barrio», explica la concejala de Comerç del Ayuntamiento de Tarragona, Montse Adan.
En la actualidad, el Serrallo está lleno de restaurantes, tanto a primera línea de mar como en las calles interiores. El gobierno municipal cree que estos establecimientos deben ir acompañados de otros negocios. «Pensamos en talleres de artistas, en tiendas de artesanía, de proximidad. Negocios que den vida a las calles, y que contribuyan a la identidad del barrio. No buscamos convertir el Serrallo en un barrio turístico», añade la concejala de Comerç.
El proyecto, que se encargará en unos días, busca definir las acciones a llevar a cabo a partir de ahora para incentivar la apertura de negocios. Ya sea a través de ayudas económicas, de formaciones específicas o de otras medidas parecidas. La idea es llamar la atención de emprendedores y pequeños empresarios, y convertir el barrio en un lugar atractivo donde afincarse.
Antes de encargar el proyecto, debe elaborarse un censo de los locales vacíos
Para ello, en los próximos días, representantes del gobierno municipal y de las diferentes asociaciones del barrio se reunirán para marcar las líneas maestras del proyecto. «Es importante saber hacía donde va el barrio, qué queremos potenciar y que no. Tenemos claro que no apostamos por transformar el Serrallo en un barrio turístico. Iremos siempre de la mano de las entidades, quienes nos guiarán», explica la concejala.
El Ayuntamiento ya ha avanzado faena y ha pedido propuestas de estudios a algunas empresas del sector. Se han presentado un total de tres ofertas y, en las próximas semanas, está previsto contratar una de las opciones por un coste de unos cuatro mil euros, aproximadamente. Antes, es necesario –tal como explica Adan– elaborar un censo de los locales vacíos que hay en el Serrallo. La concejalía de Comerç está estudiando ahora cómo y quién debe hacer esta lista. Es un trabajo previo al plan de acciones.
Un cambio de imagen
El Consistorio cree que este es un buen momento para poner en marcha el proyecto de revitalización comercial, ya que, en cuestión de semanas, la imagen interior del Serrallo dará un giro de 180 grados. Las obras de pacificación de las calles Gravina y Sant Pere ya están en marcha y, urbanísticamente, representarán un antes y un después para el lugar. Con esta actuación, los peatones tendrán prioridad de paso y el paso de vehículos será residual. «El Serrallo siempre ha tenido una fachada marítima bonita, ahora les toca a las calles interiores. Creemos que el barrio ganará en imagen y este será el momento de apostar por la apertura de negocios», explica Adan.
Los comercios han desaparecido
Actualmente, el Serrallo cuenta con muy pocas tiendas abiertas. Un supermercado, una panadería, dos esteticientes, un despacho de arquitectos y poco más. Sin embargo, hace unos años, el barrio contaba con más de una quincena de negocios, como por ejemplo el mítico quiosco Matias. La mayoría de locales han ido cerrando puertas.
En cuestión de diez años se ha perdido todo el tejido comercial que había en el barrio
La intención del Ayuntamiento ha sido recibida muy positivamente por la asociación de vecinos. «El barrio ha ido perdiendo todo el tejido comercial. Hoy en día, el Serrallo es un barrio dormitorio en este aspecto», explica el presidente de la entidad, Sisco Cobo, quien añade que «es necesario dinamizar el barrio. Los comercios dan vida, dan más luz, más movimiento y más seguridad».