El Ayuntamiento de Tarragona trabaja para encontrar una vivienda a los tres ocupas que se instalaron hace un mes en el edificio del Teatre Metropol. Así lo aseguró ayer el concejal de Patrimoni, Hermán Pinedo, quien dejó claro que el inmueble, catalogado como Bé Cultural d’Interès Local (BCIL), no reúne las condiciones de habitabilidad y que, por lo tanto, allí no puede vivir nadie.
Los hechos se remontan a hace un mes, cuando tres personas accedieron a los pisos que hay encima del teatro, en el número 46 de la Rambla Nova. El Ayuntamiento, propietario del inmueble, se enteró el pasado lunes 11 de julio de la ocupación. Fue entonces cuando, según explicaba ayer Pinedo, se inició un procedimiento interno para coordinar las concejalías de Béns i Patrimoni, Serveis Socials y la Guàrdia Urbana. El objetivo no es otro que buscar una alternativa habitacional para las tres personas.
Según el concejal, el edificio no tiene las condiciones de habitabilidad, a pesar de que el año pasado se llevó a cabo una actuación de mantenimiento. «Allí no puede vivir nadie», aseguraba, de forma contundente, Pinedo. Y es que el espacio está tan deteriorado que algunos pisos están incluso apuntalados.
«Son tres personas que no tienen un techo donde vivir. Desde el Consistorio les estamos buscando un sitio para poder garantizar su seguridad, y que puedan tener una vida digna», acababa Pinedo.
Los tres ocupantes llegaron hace un mes procedentes de Barcelona, tras pasar por una mala experiencia vital, aseguran ellos mismos. No son nada conflictivos. Prueba de ello es que los establecimientos del entorno no se han dado ni cuenta de la situación.
El edificio número 46 de la Rambla Nova, está formado por una planta baja –el Metropol– y por cuatro pisos más. El edificio fue construido por Mercedes Mirall, en los años 60, y de él puede destacarse la tribuna del piso principal.
El Ayuntamiento tiene la intención de invertir en el edificio para rehabilitar los pisos e impulsar la Escola Municipal de Teatre. Así lo aseguraba hace unos meses la concejala de Cultura, Inés Solé, quien definía el proyecto como Pla Metropol. Solé explicaba que la financiación se conseguiría a través de los fondos europeos Next Generation y que la inversión ascendería a unos 800.000 euros.