Después de meses de rumores, especulaciones y de números inexactos, finalmente ya hay cifra: el BBVA venderá el histórico edificio de Caixa Tarragona de la Plaça Imperial Tarraco por 4,5 millones de euros. Según ha podido contrastar el Diari, esta es la cantidad que firmaron el pasado 28 de diciembre ante notario la entidad bancaria y la inmobiliaria Vertix para formalizar la operación de compraventa, según confirma a este periódico el presidente y fundador de la empresa, Felip Massot.
La operación, sin embargo, está en el aire porque la Diputació de Tarragona tiene el derecho de tanteo y retracto del inmueble, que cuenta con una superficie de 7.000 metros cuadrados. Después de que la administración provincial adquiriera el edificio Síntesi de Pere Martell en 2013 –por 8,8 millones de euros–, el ente supracomarcal cuenta con el derecho de igualar cualquier oferta que llegue por el histórico edificio para quedárselo en propiedad, según firmó hace una década el entonces presidente, Josep Poblet (CiU), con el banco BBVA.
Esto sí, esta habilitación legal tiene solo un margen de vigencia de tres meses desde la firma de la operación. Como que la compraventa entre BBVA y Vertix se materializó el 28 de diciembre, ahora la Diputació tiene solo hasta el 28 de marzo para igualar la cifra.
La inmobiliaria ha dado un millón de euros a cuenta, a la espera de si la Diputació iguala la oferta
Por ello, la pasada semana la presidenta Noemí Llauradó (ERC) llevó a cabo una ronda de consultas con portavoces de los grupos políticos para valorar una compra que cuenta con el apoyo del socio de gobierno de Esquerra en la corporación del Passeig de Sant Antoni –el PSC–, así como el PP, mientras que Junts per Catalunya tiene dudas.
Cinco niveles de altura
Felip Massot detalla al Diari que, de hecho, Vertix ya ha entregado a cuenta un millón de euros como parte de la operación de compraventa. El resto, se abonaría cuando haya pasado la fecha límite del 28 de marzo, si bien las fuentes consultadas confirman que la Diputació ve «con buenos ojos» ejercer su derecho para quedarse con el edificio, que cuenta con cinco niveles de altura, un ático y tres plantas soterradas, esto sí, sin posibilidad de aparcamiento.
Al no tener presupuestado el gasto en las cuentas de este 2024, el ente provincial deberá aprobar un modificativo de crédito «entre febrero y marzo» para ligar el traspaso con el propietario de un inmueble que está cerrado desde el año 2020.
Pese a la más que segura compra por parte de la Diputació, el proyecto de Vertix contemplaría reformar en profundidad el edificio para que acoja «oficinas del siglo XXI», cumpliendo con «todas las exigencias de sostenibilidad», apostando por espacios diáfanos para empresas locales. «No soy de Tarragona, pero estudié cinco años, entre 1956 y 1961, en la Salle, que estaba junto enfrente de este edificio», indica Felip Massot.
Inversión de ocho millones
El máximo responsable de Vertix niega que la voluntad de su empresa sea instalar un hotel con bingo en el inmueble. «No es nuestra idea, apostamos por dar un espacio al tejido empresarial. No somos un fondo de inversión, sino una empresa familiar», reivindica Massot, quien en el pasado ya participó en la construcción de la urbanización de Tarragona 2. Ahora, la idea de Vertix era la de invertir «entre 7 y 8 millones de euros» para reformar el inmueble. Esta cifra, sumada a la compra por 4,5 millones, supone que la operación supondría un montante global de 12,5 millones de euros.
La Diputació tiene tres meses desde la firma de la compraventa para usar su derecho de tanteo
Pese a ello, todo parece indicar que esta opción no llegará a ejecutarse porque el gobierno de la Diputació (ERC-PSC), junto al PP, ya ha decidido ejercer el derecho de tanteo para trasladar a la Plaça Imperial Tarraco sus dependencias del Passeig de Sant Antoni, dejando el actual palacio para un uso institucional y protocolario.