Cuarta noche consecutiva de botellones. Esta vez, en el aparcamiento del cementerio. Sobre las dos de la madrugada, los grupos de jóvenes abandonaron la Part Alta, cruzando el Camp de Mart, hasta llegar al cementerio. Los coches, con el maletero abierto y la música a todo trapo, iban llegando poco a poco. Los jóvenes bebieron y bailaron, repitiendo las mismas escenas del día anterior. En este caso, la Guàrdia Urbana no intervino en ningún momento.
Según los vecinos de la zona, la fiesta se alargó hasta las ocho de la mañana de ayer y nadie llevaba mascarilla ni se respetaban las distancias de seguridad. Pese a que las fiestas de Santa Tecla han terminado, grupos importantes de jóvenes siguen tomando las calles de la Part Alta. Los vecinos de la zona, ahora sí, piden que la Guàrdia Urbana intervenga estos episodios.
Los botellones en Tarragona ya se han vuelto un clásico de todas las noches. Es curioso ver cómo van cambiando de escenario después de ser descubiertos por la policía. Esta última semana, los jóvenes se han reunido en varios puntos de la ciudad. Primero, en el Passeig de Sant Antoni, después en la Plaça de les Cols y su entorno, en la Plaça de la Font y en el cementerio. Cabe recordar que, durante el verano, los puntos calientes fueron la playa y la Vall de l’Arrabassada.
Cuando el ocio nocturno abra..
Por su parte, el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, salía hace unos días a los medios de comunicación sacando importancia a estos episodios. Aseguraba que los botellones terminarían cuando los locales de ocio nocturno abrieran sus puertas. El problema, en el caso de Tarragona, es que no hay ninguna discoteca ni pub que cuente con terraza, requisitos que la Generalitat pone para poder abrir hasta las tres de la madrugada.