Antonio se encuentra junto a su mujer intentando cargar el coche eléctrico que acaban de comprar hace unos días en la Plaça Imperial Tarraco. Cuenta que lo usarán para trayectos cortos dentro de la ciudad y esperan poder cargarlo siempre en la calle. «Hemos visto que cada vez hay más cargadores en superficies y supermercados», dice. El problema es que, pese a que la aplicación móvil que han consultado les avisaba de que había un punto libre, lo cierto es que el que podrían usar no está en funcionamiento. Se marchan a probar suerte a otra parte.
El caso de esta pareja refleja, en parte, lo que dicen los números. En la demarcación de Tarragona el número de puntos de recarga llegó este primer trimestre a 1.493 según el Barómetro de la Electromovilidad que elabora Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones) y que se dio a conocer hace unos días.
Aunque el informe no ofrece datos por provincias de años anteriores, sí refleja que a nivel estatal la red de recarga de acceso público creció un 20% en el primer trimestre de este año. Los primeros tres meses de este 2025 se han instalado casi tantos puntos como en todo el año pasado. La otra cara de la moneda es que de los 59.430 puntos que hay a nivel estatal, 13.072 (el 22%) no están operativos por distintos motivos. En el caso de la demarcación, los que no funcionan son 381 (el 25,5%)
A diferencia de lo que relata Antonio, la mayoría de usuarios de vehículo eléctrico que consultamos en la ciudad y que los compró hace más tiempo, se hizo instalar un punto de carga en casa. Álvaro, por ejemplo, que tiene dos años con su coche, explica que tenía una plaza en un parking público, pero cuando compró el vehículo eléctrico se dio cuenta de que las plazas siempre estaban ocupadas, por lo que tuvo que hacerse con una plaza de garaje cerca de donde vive e instalar un cargador. Opina que «el número de puntos de carga en Tarragona me parece insuficiente y muy orientado a cubrir el expediente».
La opinión de Álvaro tiene que ver con otro de los aspectos que menciona el barómetro: la red de recarga rápida (más de 150KW) de acceso público en España solo representa el 8,6% del total. En el conjunto de la demarcación solo hay 70 cargadores de más de 150 kW en funcionamiento.
Tres horas de carga
En el informe se asegura que el 70% de los puntos de recarga de acceso público en el estado son de 22kW o inferior «lo que implica tiempos de recarga de más de tres horas. Sin duda, un dato menos favorable para el despliegue del vehículo eléctrico».
En la ciudad de Tarragona hay seis estaciones de recarga municipales: dos de 50 kW en la Plaça Imperial Tarraco y l’Arrabassada y cuatro de 20 kW en Les Gavarres (C/ Josep M. Folch i Torres), la Anella Mediterrània (dos puntos) y la Av. Vidal i Barraquer.
A estos puntos se suman los que hay en los parkings del Hospital Joan XXIII, la Rambla President Lluís Companys, Saavedra y Torroja. Está previsto instalar más, aunque no se ha informado de ubicación y plazos.
Recientemente, no obstante, ha habido un punto de inflexión. A los cargadores de grandes superficies, concesionarios de coches y estaciones de servicio (les obliga la ley) se ha sumado hace justo un mes una estación de recarga en el Polígono Industrial Francoli. La misma cuenta con 18 plazas electrificadas rápidas.
La empresa encargada de la tecnología de la estación ha sido la reusense Etecnic, un ejemplo en sí misma de la rápida expansión del coche eléctrico. Fundada hace apenas diez años actualmente se encarga de instalar los puntos de recarga del 90% de los municipios de Catalunya. Trabajan para más de 250 ayuntamientos.
Mireia Olivar, responsable de Infraestructras de Administración pública de la empresa, explica que, pese al acelerón de los últimos tiempos, todavía estamos lejos de cumplir las directrices europeas. El último cálculo dice que España debería multiplicar por cinco sus puntos de recarga para cumplir las metas en 2035.
Olivar explica que las estaciones tipo hub, como la instalada recientemente en Tarragona, que permiten cargar un buen número de coches a la vez, son la tendencia para que no suceda como en la mayoría de puntos actuales, que cuando los conductores encuentran el punto ocupado tienen que ir a cinco o 10 minutos a buscar otro.