La brigada municipal de Tarragona ha talado este martes por la mañana ocho olmos de la calle Ramon y Cajal que se encontraban en mal estado y podían ser un riesgo peatonal y vehículos.
En las diferentes revisiones periódicas que realizan los técnicos de Parcs i Jardins detectaron estos ejemplares que presentaban diferentes patologías. «Las principales son que están podridos por dentro».
Puede ser por causas propias del árbol, por heridas de una poda o por otras externas que tienen que ver con los seres humanos, como toques de coches o camiones o la contaminación; y deben podarse para que no haya una caída en un futuro próximo», ha explicado el conseller de Espai Públic, Guillermo García.
A partir de la próxima semana los olmos podados se sustituirán por ligustros. «Durante dos meses estaremos replantando unos 350 árboles en vías urbanas, parques y jardines», concretó.
García también detalló que a raíz de la caída de una palmera en Barcelona que causó la muerte de una mujer, a finales de verano se revisaron las 150 palmeras de la ciudad y tan sólo hubo que intervenir en tres casos.