Un menor ha sido condenado a tres meses de internamiento en régimen semiabierto –el último de libertad vigilada– como autor de un delito de resistencia a agente de la autoridad. De esta manera, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona rebaja la pena impuesta inicialmente por el Juzgado de Menores, que lo había condenado a nueve meses –siendo los seis primeros en régimen cerrado y los tres últimos en semiabierto– ya que añadía un delito de lesiones. En concepto de responsabilidad civil, sus padres tendrán que pagar 5.490 euros por las lesiones y 3.000 por las secuelas.
El incidente ocurrió a las 21.47 horas del 28 de noviembre de 2015 en las escaleras exteriores del Parc Central de Tarragona. El acusado –que entonces tenía 16 años– fue parado por el vigilante de seguridad por su presunta participación en un robo con violencia el día 19 del mismo mes en otro establecimiento comercial.
El menor se resistió a ser detenido, momento en que al vigilante le quedó en el aire uno de sus pies. Fue empujado por la espalda por terceras personas, lo que provocó que cayera por las escaleras, así como también el menor.
Para la Audiencia, la actuación del vigilante está dentro de sus competencias, «teniendo el mismo obligación de detener al menor y ponerlo a disposición de los cuerpos y fuerzas de seguridad».