El 25 de febrero de 2015, el ciudadano extranjero presentó ante la oficina de Extranjería de la Subdelegación del Gobierno una solicitud de autorización de residencia y trabajo. Adjuntó, entre otros documentos, dos contratos de trabajo como empleado de hogar en los que figuraba como empleador otro hombre –también acusado– y una memoria explicativa del puesto de trabajo a desarrollar.
Todos estos documentos habían sido simulados por el ahora condenado, que era el gestor del supuesto empleador. Dicho encausado, por si o por medio de otra persona y sin contar con la autorización del empleador, simuló su firma en todos ellos, aparentando así una relación laboral.
Dichos documentos fueron entregados al inmigrante por otro procesado. El juez solo ha condenado al gestor y ha absuelto al resto de investigados ya que no quedó acreditada su participación en los hechos.