Dos de cada tres guarderías privadas en Catalunya se plantea cerrar a corto plazo. Así se desprende de la encuesta realizada entre más de 200 centros por la Associació Catalana de Llars d’Infants, la Associació de Llars d’Infants de Catalunya y la Coordinadora d’Escoles Bressol de Catalunya.
Pero en el caso de la Escola Bressol El Niuet, de Sant Pere i Sant Pau, el cierre no es una amenaza sino una realidad que se concretará cuando acabe este curso. Después de 31 años en el barrio, ha decidido bajar la persiana. En un contexto donde hay menos niños y la gratuidad de I2 en las guarderías públicas ha terminado de complicar la situación económica, Enriqueta Ortiz, su dueña, explica que son tres trabajadoras y han decidido aguantar hasta final de curso pensando en las familias.
Con todo, Ortiz (53 años) explica que son momentos emotivos. Se siente muy vinculada a las familias, de las cuales ha visto pasar ya más de una generación, y al barrio. «Al principio éramos la única escuela, hemos sostenido el sistema durante muchos años», recuerda.
Situación crítica con la gratuidad
Su situación no es muy diferente de la del conjunto de las guarderías privadas catalanas. Al hecho de que la natalidad baja año tras año se ha sumado la decisión de la Generalitat de Catalunya de hacer gratuito el curso de I2 (infantil 2) en las guarderías públicas.
El decreto de gratuidad ha ido acompañado de una ayuda de 800 euros al año para las familias que llevan a sus hijos a las guarderías privadas. Pero, como explica Mercè Arigau, presidenta de la Associació de Llars d’Infants de Tarragona, entidad cuyo número de miembros ha ido reduciéndose en los últimos años debido a los cierres, este dinero se queda muy lejos de lo que se necesita para cubrir el servicio. «Es un agravio comparativo. Si se decidió universalizar la gratuidad debía ser para todos los niños», opina.
La situación de cada municipio, no obstante, es distinta. En el caso de Tarragona, pese a la bajada de la natalidad, para el curso actual hubo 156 familias que no obtuvieron plaza en las diez guarderías públicas (en la ciudad hay nueve municipales y una de la Generalitat). La privadas actualmente son trece y el curso que viene bajarán a doce con el cierre de El Niuet.
Y las perspectivas de futuro de estos establecimientos no son mejores, puesto que la Generalitat anunció a finales del año pasado la gratuidad de I1 para el curso que viene (2025-2026), así como una inversión de 60 millones de euros a los entes locales para la creación de 6.000 nuevas plazas de guarderías públicas.
Si se concreta la gratuidad del I1 el curso que viene será la estocada para muchas
Para muchos centros privados, el cumplimiento de esta medida supondrá la estocada final. Y es que, como se refleja en la encuesta realizada a nivel catalán, tres de cada cuatro de estos centros educativos ya ha tenido que reducir sus plantillas por problemas económicos.
Artigau recuerda, además, que «nosotros creamos empleo en un sector muy feminizado». La encuesta, de hecho, apunta que el 94% de las titulares son mujeres con una edad media de 51 años. En el caso de las plantillas, el 98% las trabajadoras son mujeres.
En muchos casos, además, tienen una largo arraigo y han pasado de generación en generación. «Tenemos muchas funcionando desde los años setenta», recuerda.
Lo que pide el sector
Entre las reivindicaciones del sector se encuentra equiparar el importe que se invierte por niño a lo que cuesta el mismo servicio en las guarderías públicas. El 70% de los centros consultados considera que lo justo seria pasar de los 800 euros por niño al año actuales, que representan poco más de 70 euros al mes, a cuadruplicar esta cifra hasta llegar a los 3.200 euros que la Generalitat otorga a la pública por curso y niño de I2.
Este incremento de la subvención es, para el 80% de las centros encuestados, la solución para poder garantizar la viabilidad de la red de centros privados que, señalan, representa el 40% del total de las guarderías de Catalunya.
Artigau apunta que «nadie monta una llar d’infants para hacerse rico» y defiende que hay un bagaje detrás: «Tenemos un proyecto educativo y un personal formado. Cumplimos con todos los requisitos de la pública».
El sector, a nivel catalán, se movilizará el próximo mes de mayo para reclamar un financiamiento justo. «Esperamos que la administración se de cuenta de una vez de nuestro valor y no nos deje morir», resumía en un comunicado la presidenta de la Associació Catalana de Llars d’Infants, Conxita Pericó.
