Los autobuses Reus-Sant Vicenç de Calders que empezaron a circular desde la estación ferroviaria de la capital del Baix Camp el pasado 17 de octubre, como medida complementaria por el corte de vías a raíz de las obras de Roda de Berà, siguen atrayendo a pocos usuarios. Sin embargo, y pese a la discreta ocupación, Renfe mantiene el planteamiento inicial de la operativa: tres vehículos de 55 plazas por cada salida.
Así lo apuntaba esta mañana el personal de información de la infraestructura. Muchas veces, dos de esos tres autocares se marchan vacíos. Pero, al menos de momento, continúan acudiendo puntuales a recoger a quien quiera utilizarlos.
Los pasajeros parecen seguir prefiriendo el tren, que en el caso de Reus llega a Barcelona desviado por Picamoixons, a los autobuses. Lo eligen incluso teniendo en cuenta los retrasos que genera la vía única, para evitar el transbordo en Sant Vicenç de Calders.
Hoy a primera hora, a muchos viajeros los autobuses aún les pillaban de nuevas y preguntaban a dónde iban y cómo funcionaban. Por la mañana, las salidas son a las 5.30, las 6.10 y las 7.55 h, coordinadas con los trenes, de lunes a viernes. La estación de tren de Reus se ha preparado para recibir a los buses reservando espacio de parada y giro, y en la acera frente a la entrada se han colocado postes informativos con los horarios.