Miles de personas han exigido en los últimos años la mejora del transporte público que conecta el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre con Barcelona, especialmente en cuanto a los trenes. Estas reclamaciones se han intensificado desde el pasado 1 de octubre, con el inicio del corte ferroviario.
Los retrasos y la poca fiabilidad del servicio han incrementado el número de usuarios que optan por el vehículo privado, como es el caso de Miguel Zanón, quien hace un año renunció a Renfe. “Es la opción más cara, pero es la única que te garantiza llegar con unas mínimas garantías”, ha explicado este vecino de El Catllar (Tarragonès). No obstante, ha reconocido que el trayecto por la AP-7 también es un “drama” por las colas que se forman en horas punta.
Para Zanón, el trayecto entre cualquier punto de la provincia de Tarragona y Barcelona es un “drama”, sea cual sea el transporte elegido. “Creo que, actualmente, no hay una buena opción”, ha subrayado. En cuanto a los trenes, Zanón ha criticado la falta de fiabilidad horaria, sobre todo durante el trayecto de vuelta (Barcelona-Tarragona), cuando los convoyes “casi siempre van con retraso y llenos hasta los topes”. “Es una total imprevisibilidad”, ha añadido. Además, ha exigido más frecuencias horarias, ya que considera que las que hay “no se ajustan a las necesidades” de los usuarios.
En este sentido, ha puntualizado que en el Camp de Tarragona también existe la opción de ir en AVE, pero ha lamentado que la estación esté tan apartada, en La Secuita (Tarragonès), y que no haya la opción de dejar el coche en un aparcamiento gratuito. “Es una vergüenza”, ha criticado.
Ante este panorama ferroviario, Zanón decidió hace un año desplazarse a Barcelona en coche. “Es la opción más cara, ya que gastas unos 40 euros diarios entre gasolina y aparcamiento, pero te permite tener más independencia”, ha subrayado. “Cuando terminas de trabajar, puedes volver a casa sin tener que esperar en la estación a que llegue un tren lleno y tarde”, ha dicho Zanón, quien celebra la “comodidad” del vehículo privado.
El coche “no es la solución”
No obstante, ha puntualizado que el trayecto en coche “no es la solución”, ya que sigue saliendo de casa dos horas antes por si encuentra un accidente en la AP-7 o por las colas que se forman en la entrada a Barcelona en horas punta. “La falta de peajes y el problema del servicio ferroviario han hecho aumentar la afluencia de vehículos en la autopista”, ha afirmado.
A pesar de todo, Zanón ha dicho que, hasta que no se mejore el servicio ferroviario, aumenten las frecuencias y, por lo tanto, pueda confiar en él, continuará desplazándose en coche hasta Barcelona “por salud mental”.
Finalmente, Zanón ha pedido a los políticos que se den cuenta de que el área metropolitana de Barcelona no contempla “solo” los municipios que están a veinte kilómetros, sino también los que están a más de cien. “Somos muchos los que venimos de fuera, y Barcelona debería tener unas conexiones de transporte público a la altura de la oferta que tiene como ciudad”, ha concluido.