El conseller de Acció Climàtica, Alimentació i Agenda Rural, David Mascort Subiranas, anunció este jueves en una visita a Lladó (Alt Empordà) que la Generalitat financiará todos los proyectos presentados y aceptados en las convocatorias de ayudas para los entes locales para el desarrollo de actuaciones de adaptación y mitigación del cambio climático, correspondientes a los años 2023, 2024 y 2025.
En total, se destinarán 80,8 millones de euros (MEUR) a reforzar la capacidad de 392 municipios, consejos comarcales y entidades supramunicipales catalanas para hacer frente a los retos ambientales y construir un futuro más sostenible, con la ejecución de 458 proyectos.
En el Camp de Tarragona se pondrán en marcha un total de 46 proyectos, con un coste de 8.633.894,77 euros, mientras que en Terres de l’Ebre, la partida es de 5.878.478,88 euros para un total de 34 proyectos.
Priorizando los pueblos pequeños
En una primera fase, en una resolución publicada el día 21 de junio, ya se han otorgado 72,3 MEUR a 397 proyectos de 332 entes locales, que se han repartido el importe íntegro de las convocatorias, muy concurridas, cuya dotación se ha anunciado que pronto se ampliará. La financiación proviene del Fondo Climático, que se nutre con el 50 % de los ingresos obtenidos con el impuesto sobre las emisiones de CO2 de los vehículos de tracción mecánica y el 20 % de la recaudación del impuesto sobre las instalaciones que inciden en el medio ambiente.
La mayoría de los entes locales beneficiados son micropueblos y municipios de menos de 1.000 habitantes (con 176 otorgamientos), seguidos de los de hasta 5.000 habitantes (137 otorgamientos), de los de hasta 20.000 habitantes (58 otorgamientos), de los de hasta 50.000 (18 otorgamientos) y de los de más de 50.000 (8 otorgamientos).
La convocatoria ha priorizado los municipios más pequeños, que a menudo se encuentran con dificultades para acceder a este tipo de fondos. La actual inversión ha procurado garantizar que ninguna localidad quede atrás en la lucha contra el cambio climático.
La mitad del importe de la convocatoria se ha reservado para las que tienen un número de habitantes censados igual o inferior a 1.000 habitantes, y para aquellos municipios de menos de 50.000 que presenten propuestas con un alcance exclusivamente limitado a núcleos de población diferenciados fuera de la entidad capital de municipio, con un máximo de 1.000 habitantes por núcleo.
En cuanto a la distribución territorial, se ha llevado a cabo de manera equitativa. Las tres veguerías con más dotación son Ponent, Comarques Gironines y Comarcas Centrals. Este enfoque garantiza que tanto las zonas urbanas como rurales puedan beneficiarse de la inversión.
Reducir emisiones y adaptarnos a los cambios
Estas ayudas se alinean con la voluntad de acelerar las acciones para que el país alcance el compromiso asumido en los Acuerdos de París de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para limitar el calentamiento global a 2 grados centígrados (y, si es posible, a 1,5 grados) a finales de siglo. Pero también para que pueda adaptarse rápidamente a los impactos del cambio climático que, a pesar de las acciones de mitigación aplicadas, actualmente son inevitables. La sequía que estamos sufriendo es un buen ejemplo de las crisis hídricas que cada vez serán más recurrentes en nuestro país, según las proyecciones climáticas.
Es por ello que hay que actuar y emprender acciones según la nueva realidad. La hoja de ruta a seguir es la Estrategia catalana de adaptación al cambio climático para el horizonte 2030 (ESCACC30), un marco estratégico que propone 312 medidas concretas para facilitar la adaptación de los entornos naturales, las actividades socioeconómicas y el territorio a los nuevos escenarios ambientales.
Partiendo de la evidencia de que las regiones con climas mediterráneos son particularmente vulnerables al cambio climático, que ya está provocando sequías más frecuentes y severas, incendios forestales y calor extremo, y que afectarán la resiliencia de las comunidades y de los ecosistemas, Catalunya ha comenzado a trabajar a escala mundial, a través del Partenariado Mediterráneo de Acción Climática (MCAP), con quince regiones de los cinco continentes con clima mediterráneo para agrupar la información común sobre buenas prácticas de gestión y compartir herramientas que faciliten un enfoque eficaz de problemáticas compartidas. Hace un par de semanas, representantes de la asociación visitaron Cataluña para conocer de cerca algunas de las soluciones de adaptación al cambio climático que se están efectuando tanto en el ámbito público como privado.
