La repercusión sobre la hostelería tarraconense por las nuevas restricciones será profunda y dolorosa, además de millonaria. Este segundo cierre drástico de 2020 puede dar la puntilla a uno de los sectores más afectados por la crisis derivada de la pandemia.
Las cifras estimatorias de Pimec en Tarragona son elocuentes e ilustran la severidad de la coyuntura. La patronal de la pequeña y mediana empresa calcula que 5.300 establecimientos de la provincia perderán 94,3 millones de euros durante estos 15 días marcados de cierre. Eso supone que cada día bares y restaurantes de Tarragona dejen de ingresar más de seis millones de euros. Jordi Ciuraneta, presidente de Pimec Tarragona, describe la gravedad de la situación: «El sector está muy desanimado. Si los picos de Covid-19 suben, es normal que se tomen decisiones pero siempre intentando no hacer daño al tejido empresarial». Ciuraneta denunciaba la existencia de «inseguridad jurídica» por «la confusión respecto a la implantación de las medidas anuncias por el Govern». Asimismo, proponía «una compensación al sector, como se está produciendo en países de nuestro entorno como Francia». «Está claro que siempre hay que pensar desde el punto de vista sanitario, pero también hay que valorar la repercusión que todas estas restricciones pueden representar para la actividad económica», agrega Jordi Ciuraneta.
El presidente de Pimec, Josep González, ha cifrado en 780 millones de euros las pérdidas de ingresos en Catalunya. González advierte de que quedan afectados unos 44.000 establecimientos y 210.000 trabajadores, con un total de 840.000 personas agraviadas, incluyendo a familias.
El perjuicio en Tarragona y Girona, dos provincias con un fuerte peso del turismo y la restauración, es similar. En Girona, hay 5.400 establecimientos afectados que dejarán de facturar 95,4 millones de euros, cifras ligeramente por encima de las tarraconenses, pero muy similares. Menos afectación se producirá en Lleida, con 2.700 bares y restaurantes clausurados, y unas pérdidas de 48 millones. Obviamente, se lleva la palma, por su potente tejido económico y su número mayor de habitantes, Barcelona, con sus 30.600 establecimientos. Así, durante estas dos semanas de restricciones se perderán en esa provincia 542,3 millones.
La patronal del ocio nocturno y la hostelería en Catalunya, Fecasarm, califica la decisión de «desproporcionada» y estima que el cierre forzoso puede afectar a 35.000 locales, la mayoría de pequeños propietarios, y calcula que las pérdidas diarias pueden ser de unos 2.000 euros al día por negocio, incluyendo tanto costes de alquiler como otros gastos fijos, por lo que la factura global del cerrojazo durante dos semanas se dispararía a 1.000 millones.
Medidas «excesivas»
La indignación en el sector es máxima desde hace unos días, con protestas en diferentes puntos del territorio y manifestaciones en contra. Así, Josep González ve «buena» la intención de las medidas aprobadas por la Generalitat pero no la proporción ya que considera que el cierre es excesivo.
Sobre los 40 millones de euros de ayudas anunciados la semana pasada por el vicepresidente y conseller de Economía y Hacienda de la Generalitat, Pere Aragonès, González advirtió de que «solo cubren el 5,1% de las pérdidas de ingresos». También alertó de que hay actividades que se vieron afectadas desde antes de implementar las medidas, como los suministradores de restaurantes y bares por la cancelación de pedidos, y destacó que la falta de ingresos de estos 15 días representa el 71% de los resultados del sector en un año normal, de unos 1.100 millones de euros.
En ese sentido, el mismo Pere Aragonès dijo ayer que la partida de 40 millones puede ser ampliable si es necesario. «Trabajamos con esta cifra, pero evidentemente, dependiendo de la situación, puede ser ampliable, no hay ningún problema», dijo.
La patronal defiende, una vez más, que se puede garantizar la continuidad económica con las máximas medidas de prevención y seguridad para la salud de las personas. Asimismo, recuerda que los focos de contagios no se están produciendo en el ámbito laboral o empresarial y pide que se establezcan otras medidas y campañas de concienciación para disminuir la actividad social, que es donde verdaderamente se está ocasionando la transmisión.
El presidente de la Asociación de Empresas Hosteleras de la provincia de Tarragona (AEHT), Francesc Pintado, también ha transmitido sus quejas estos días: «Entendemos que se priorice el tema sanitario, solo faltaría, pero pedimos un poco de imaginación y de ingeniería para que estas familias vean que los dirigentes les acompañan, sobre todo cuando está aumentando la pobreza y la demanda de ayudas, pues para muchas familias este cierre es la estocada final. Sabíamos que iba a ser un invierno complicado, pero ahora estos 15 días cerrados son un auténtico desastre», concluye Pintado.