«El año que viene por la calles de Tarragona habrá autobuses propulsados por hidrógeno». Así de convencido se mostraba ayer el concejal de Serveis Centrals y gerente de la Empresa Municipal de Transports Públics de Tarragona, EMT, Jordi Fortuny, quien reconocía que el número exacto todavía no se puede anunciar (aunque adelantaba que serán «entre uno y quince») porque próximamente saldrá el concurso público para adquirirlos.
Lo explicaba ayer en el marco de las pruebas de conducción y repostaje que se han estado realizando estos días en la ciudad con un autobús con pila de combustible de hidrógeno.
Después de un viaje en el que participaron distintas autoridades y representantes instituciones del territorio, Fortuny señalaba que las pruebas están dando «buenos resultados» y que la intención es que en diez o doce años la flota de la ciudad quede completamente renovada.
Doce metros de tecnología
El vehículo de doce metros de largo con el que se han estado realizando las pruebas es de la empresa Solaris, tiene una capacidad de en torno a 90 pasajeros y puede cubrir la distancia de 350 kilómetros con una sola carga.
Además de hacer distintas rutas reales urbanas e interurbanos también se ha podido probar como es el repostaje. El mismo se realizó en una ‘hidrogenera’ (el equivalente a una gasolinera) portátil que se ubicó en las cocheras de la EMT.
A diferencia de otras tecnologías de movilidad eléctrica en las que el reportaje puede durar cuatro o cinco horas, en este caso el repostaje puede realizarse en ocho minutos.
Así lo explicaba el director general de la división ibérica de Solaris, Kepa Mendikute, quien reconocía que los autobuses de hidrógeno, pese a ser una ‘tecnología madura’, todavía cuestan el doble o el triple que los de gasolina. Vaticinó, no obstante, que el precio seguirá bajando a medida que aumente la demanda de estos vehículos que se consideran de cero emisiones porque solo expulsan al ambiente vapor de aire.
Una ‘hidrogenera móvil’
El hidrógeno que se ha utilizado en las pruebas es renovable y ha sido producido por la empresa Carburos Metálicos en Tarragona. Su director general, Miquel Lope, explica que para pequeñas flotas la alternativa son estas hidrogeneras móviles. A modo de ejemplo una hidrogenera como la que se estaba empleando ayer tiene una capacidad de 1.200 kilos de hidrógeno con los que se pueden cargar unos 50 autobuses.
En un futuro, cuando aumente la cantidad de vehículos propulsados por hidrógeno podría plantarse una hidrogenera permanente. De momento en toda España solo hay una en Madrid.
El papel de Tarragona
Aseguraba Lope que «hemos podido demostrar que esta tecnología está lista para su uso también en el ámbito de la movilidad. El hidrógeno renovable contribuirá a descarbonizar la economía y en ese camino, Tarragona desempeñará un papel muy relevante para nuestro país como centro de producción e investigación».
Los autobuses de hidrógeno ya están siendo incorporados en las flotas de otras ciudades europeas. La primera prueba se realizó en 2014 en Hamburgo, mientras que en España hay municipios como Oviedo que también están realizando pruebas.