Este viernes, 13 de septiembre, se cumplen seis meses del asesinato de Núria López, la trabajadora de la cárcel de Tarragona que falleció en las cocinas del centro penitenciario de Mas d’Enric a consecuencia de las puñaladas recibidas por un interno, Iulian S.O., que se quitó la vida tras cometer el crimen.
La asociación Marea Blava organiza este viernes un homenaje a la compañera con dos actos en las puertas del centro carcelario ubicado en el término de El Catllar.
Este viernes están convocados dos actos, uno a las 10 y otro a las 22 horas.
El primero, a las 10 horas, será un acto para funcionarios y familiares de Núria, que recordarán el crimen con un minuto de silencio. Por la noche, habrá un montaje visual en los mismos exteriores de Mas d’Enric con una imagen de Núria elaborado con luces para recordar a la cocinera fallecida hace medio año.
La misma asociación ha informado de que en los últimos días ha tenido conocimiento del archivo de la denuncia penal que la familia de la cocinera presentó ante los tribunales, una de las diferentes causas abiertas por el caso. Las otras son de carácter administrativo y de seguridad laboral.
Desde el primer momento, los familiares de la víctima han hecho pública su consideración de que la administración pública, en este caso la Generalitat y concretamente su Departament de Justícia i Memòria Històrica, tienen responsabilidad directa con el crimen perpetrado por el interno y que debían ‘pagar’ por ello.
Marea Blava ha confirmado al Diari que la resolución no se ha hecho pública, pero que ellos han tenido conocimiento de la misma y que el auto se ha archivado dejando claro en las conclusiones que «el crimen lo perpetró el interno y que la responsabilidad de lo ocurrido es únicamente del preso». El auto judicial ratifica la investigación policial llevada a cabo por Mossos. Según Marea Blava «la familia no ha tenido acceso a este informe».
Informe interno, sin firma
Las mismas fuentes señalan que a raíz de la sentencia se han enterado de que hay un informe interno del Departament (información reservada) sobre el crimen perpetrado por el preso hace medio año.
«Este informe se entrega en mayo a los investigadores sin firma. Se trata de un documento que analiza el grado de responsabilidad de la administración, sus protocolos del caso», explican desde Marea Blava. Las conclusiones son las que dicta la sentencia: la responsabilidad total es del interno.
La asociación considera gravísimo que este documento importante tanto en la investigación como en la autocrítica de los protocolos se entregue sin firma, dejando a la nueva cúpula política del Departament de Justícia i Memòria Democràtica una «patata caliente» sobre esta investigación interna.
La polémica de los presos con delitos de sangre
El homenaje a Núria López coincide estos días con una nueva polémica penitenciaria, que debe lidiar el nuevo equipo del conseller Ramon Espadaler, que sustituye a Gemma Ubasart al frente de la conselleria.
Por una parte, el sindicato CSIF denunciaba hace unas semanas que un preso con delitos de sangre trabajaría en la cafetería de los funcionarios. Tras las quejas, la reacción del Departament fue de retirar poco después la incorporación de forma preventiva, dejando la vacante pendiente de ocupar.
El segundo caso lo adelantó El Segre. Los funcionarios del Centro Penitenciario de Ponent, en Lleida, denunciaron que desde finales de agosto, un preso condenado por homicidio con arma blanca trabaja en las cocinas. Una situación parecida a la de Mas d’Enric y que terminó con el asesinato de Núria López.
El interno de Ponent está condenado a 15 años de prisión por haber matado a un hombre en Barcelona, en 2018, según ha explicado el mismo rotativo. Entre los trabajadores de Ponent, el preso cuenta con una reputación bastante mala, con varios expedientes por peleas con los otros internos y por tenencia de objetos prohibidos.
