«Ayudar emocionalmente a las personas para que levanten el vuelo y vuelen solas» es uno de los objetivos de Aixecar el Vol, una asociación de arteterapia sin ánimo de lucro del Camp de Tarragona. La iniciativa de las arteterapeutas Valentina Molas, Rosa Güell y Maite Serna crea espacios donde la creatividad se convierte en una herramienta de sanación e introspección.
¿Qué es la arteterapia?
Rosa (R): La arteterapia es un tipo de psicoterapia en la cual se utiliza el proceso creativo como herramienta para expresar sentimientos, emociones y/o pensamientos. A veces es difícil expresar lo que nos pasa con palabras porque puede estar escondido en la parte del inconsciente.
Valentina (V): No es solo una psicoterapia verbal, sino que usamos una obra creativa. Pero ni la obra es el objetivo final ni existe un juicio estético, sino que la obra sirve para llegar a una persona de forma menos invasiva. No es necesario que los usuarios hablen directamente de ellos mismos, miráramos la creación juntos y extremos las ideas.
¿Qué beneficios tiene?
R: Con las artes plásticas, el lenguaje es más directo porque es más difícil controlarse a uno mismo. Una vez plasmado, puedes identificar lo que sientes y hablar sobre ello. Con la arteterapia podemos convertir un momento duro u oscuro en una imagen que nos ayude a interpretar los problemas y las emociones. Podemos hablar de lo que está pasando en la obra, de los personajes representados, si estos se conocen, qué relación tienen... Se toma distancia y se habla de lo que hay en la creación y no de uno mismo, aunque inconscientemente estamos hablando de nosotros. Es una forma creativa de hacer introspección.
¿Para qué perfiles está destinada la asociación?
V: Puede trabajar con cualquier colectivo: niños, adultos, con y sin necesidades especiales. Actualmente, nuestra compañera Maite trabaja con un grupo de personas con adiciones y otro con problemática mental severa, Rosa con adultos con problemática mental y ha trabajado con niños y adolescentes. Y yo estoy colaborando con la fundación Formació i Treball donde estoy con mujeres víctimas de maltrato de género. La arteterapia te permite trabajar en sesiones grupales o individuales. Cada una de nosotras hace ambas cosas.
R: Cuando es grupal, se crea un espacio de confianza y seguridad donde no existan los juicios. Las personas que no se sienten valoradas encuentran un grupo que mira su obra y el simple hecho de que le estén mirando para ellas ya es mucho. Sienten que alguien las está viendo mientras la sociedad no lo hace. Además, en los grupos trabajamos los vínculos, que son muy importantes para fortalecer sus relaciones humanas.
¿Hay mucha reticencia hacia esta práctica?
R: ¡Mucha! La primera defensa de cualquier persona que se le proponga hacer arteterapia es decir, «yo no sé dibujar». Yo les diría que lo prueben, que se atrevan a jugar y a experimentar.
V: Suele ser más en adultos porque el lenguaje natural de los niños ya es la creatividad. Pero cuando pasan la barrera del «yo no sé dibujar» y ven que lo que menos importa de la arteterapia es saber dibujar, disfrutan mucho. Cuando somos adultos, intentamos ser lo más racional posible, pero a veces nos pasan cosas que no sabemos cómo verbalizar. Y aquí no hace falta hacerlo porque lo plasmamos en una obra creativa. La creatividad no es solo una cosa de artistas, todos la tenemos. Después nos puede ser útil cuando tenemos un conflicto y, en vez de estar cinco días en bucle, la usamos para solucionarlo o entenderlo.
¿En qué consiste la figura del arteterapeuta?
R: Somos personas con formación y práctica en relación con la psicología y en cómo el arte nos ayuda a expresarnos. Nuestra función en las sesiones no es interpretar lo que está haciendo el paciente. No es decir «como has pintado en color negro estás muy triste», sino que acompañamos a la persona usuaria a que, a través de preguntas que le planteamos, ella misma interprete su obra. No es una interpretación directa de ver un dibujo y decir que a esa persona le pasa tal cosa.
V: Nuestro trabajo es muy desconocido aún. Tenemos formación psicoanalítica y, mientras en países como Estados Unidos o Inglaterra un arteterapeuta está igual de valorado que un psicólogo, en España aún estamos en proceso.
¿Cómo surge la asociación Aixecar el Vol?
V: Nos conocimos en la escuela de arteterapia Metàfora en Barcelona. Las tres somos del Camp de Tarragona, así que decidimos crear un colectivo para difundir por la zona qué es la arteterapia porque consideramos que es una práctica casi desconocida aquí. Por eso, hace aproximadamente un año y medio creamos Aixecar el Vol. Somos una asociación sin ánimo de lucro que pretendemos llegar al mayor número de personas posibles. Creamos espacios seguros y no traspasamos lo que las usuarias no pueden gestionar; tenemos muy en cuenta a nuestros pacientes.
Mencionabais la colaboración con la fundación Formació i Treball, por la cual habéis recibido una subvención de la Diputació de Tarragona. ¿Cómo se inicia este proyecto conjunto y qué objetivos comunes compartís?
V: Yo hice las prácticas del Màster en Formació i Treball que son especialistas en reinsertar laboralmente a personas en riesgo de exclusión social. A través de la fundación, los usuarios se pueden formar y recibir soporte emocional; allí es donde entramos nosotras. Estuve un año trabajando con mujeres de maltrato de género y vimos que la arteterapia era muy positiva para ellas. Por eso, desde Aixecar el Vol este año hemos pedido una subvención a la Diputació de Tarragona y nos la han concedido. Gracias a esto, continuamos dentro de la fundación acompañando a este colectivo vulnerable y en riesgo de exclusión social.
R: El objetivo común principal es que las personas en riesgo de exclusión social tengan una mejor calidad de vida. La terapia suele ser una práctica exclusiva para persona con poder adquisitivo alto y nosotras, gracias a la subvención, podemos hacerla llegar a persona que no se la pueden permitir de forma privada.
¿Cuáles son los resultados que están obteniendo?
V: En el caso de las mujeres con las que trabajo en Formació i Treball todas las que lo han probado han continuado. Así que creo que estamos haciendo un buen trabajo y estamos muy contentas. Para las personas en situación de vulnerabilidad, el simple hecho de estar presentes, escucharlos y respetarlos es muy sanador. Creo que todos los usuarios aprenden a ver el mundo desde otra perspectiva gracias a la creatividad.
R: Nuestra sociedad hace que estemos todos conectados, pero que nos sintamos muy solos. Tener una persona al lado que está totalmente dispuesta a escucharte y a dedicarte el tiempo que necesites es muy valioso para los usuarios y cada vez se abren más a nosotras.
¿Cómo es posible para alguien interesado en la arteterapia contactar con vosotras?
R: Desde Aixecar el Vol tenemos un correo (aixecarelvol@gmail.com), donde nos pueden escribir en total confianza y confidencialidad. También nos pueden llamar a cada una de nosotras porque tenemos consultas privadas. Después, junto a ellos, decidimos qué vamos a hacer y cómo lo haremos.
V: En el caso de que sea desde Formació i Treball hay una figura que es la de técnica de reinserción, que es quien conoce más a las usuarias. Cuando detecta que a alguien le podría ser beneficiosa la arteterapia me la deriva. Luego hago cuatro sesiones de asesoramiento con la paciente y decidimos si la arteterapia es la herramienta más acertada para ella. En todo momento, es ella la que elige si continuar o no.