Tarragona ya tiene aceptado el plan de emergencia antisequía, ese documento que es obligatorio para los municipios de más de 20.000 habitantes desde el 8 de enero de 2020, cuando el Departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat aprobó el Pla Especial d’Actuacions d’Alerta i Eventual Sequera (PES), un paraguas que recoge las principales medidas a tomar ante este tipo de situaciones.
El Ayuntamiento de Tarragona presentó un primer plan a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), quien lo marcó como «desfavorable» y sugirió diversas enmiendas.
El plan es obligatorio para los municipios de más de 20.000 habitantes desde el 8 de enero de 2020
Según fuentes municipales consultadas en aquel momento, algunos de los puntos tuvieron que ver con «incrementar el detalle en la descripción del despliegue de medidas de carácter administrativo».
Por ejemplo, actuaciones que tuvieran que ver con el seguimiento y control que el consistorio debería llevar si se da un episodio de sequía. También se pedía más concreción respecto a cómo se actuaría ante posibles incumplimientos y qué personas serían las responsables organizativas, detallando funciones de cada una.
Las primeras enmiendas de la ACA pedían más concreción respecto a cómo se actuaría ante posibles incumplimientos y qué personas serían las responsables organizativas, detallando funciones de cada una
«El informe de la ACA también indica que el plan de Tarragona tiene muchas fortalezas, como el buen diagnóstico que se expone y los datos de partida para conocer cuál es la situación de abastecimiento municipal», apuntaron fuentes del consistorio.
El segundo intento
El Ayuntamiento volvió a enviar el plan con las correcciones en octubre y se presentaron nuevas enmiendas.
El Ayuntamiento volvió a enviar el plan con las correcciones en octubre y la ACA presentó nuevas enmiendas
Por ejemplo, el documento establecía que los indicadores para realizar un seguimiento de las medidas de ahorro estuvieran activos durante los meses más calurosos y secos. La ACA, en cambio, propuso que esta medida estuviera vigente durante todo el año.
El gobierno municipal trabajó para incorporar las recomendaciones al documento y así tramitarlo de nuevo y así tramitarlo con celeridad. En este segundo intento, la Agència ha dado finalmente luz verde, de manera que el plan queda ya aprobado.
A partir de ahora, deberá pasar por comisiones informativas para compartirlo con los grupos políticos y el consistorio prevé que se apruebe en el plenario del próximo mes de julio.