Las cámaras de comercio de Tarragona y Teruel han abierto una nueva vía de colaboración, que se ha traducido en la firma de una alianza estratégica, que reivindica la mejora de las comunicaciones entre ambos territorios. Esta exige al Gobierno estatal que se impulsen los estudios informativos necesarios como paso previo al desdoblamiento de la N-420, un eje clave para las relaciones comerciales de estas dos capitales de provincia y que es una pieza clave de cara a la ampliación del hinterland del Port de Tarragona.
«Es un eje que vertebra una parte muy despoblada del centro y que está dentro del radio de crecimiento y expansión del Port de Tarragona, lo que actualmente ya genera un importante tráfico», apuntaba la presidenta de la Cambra de Comerç de Tarragona, Laura Roigé. Esta ejerció ayer de anfitriona en un acto, en el que además de su homólogo en Teruel, Antonio Santa Isabel Llanos, también asistían el presidente del Port de Tarragona, Josep Maria Cruset, y el subdelegado del Gobierno en Tarragona, Joan Sabaté.
Los presidentes de los entes camelares hicieron entrega, al subdelegado del Gobierno, de una declaración institucional para que, como representante del Ejecutivo –y por tanto el titular de la vía– en los próximos Presupuestos Generales del Estado se incluya una partida para dicho efecto. De esta forma, quiere conseguirse el compromiso necesario para que finalmente este proyecto sea una realidad.
El desdoblamiento de esta carretera de aproximadamente unos 140 kilómetros debe facilitar las comunicaciones con el futuro eje del Ebro. «El Port de Tarragona es la salida natural al mar para mercancías como los piensos y los animales vivos, lo que por un lado, debe permitir ordenar esta España vaciada, pero, por el otro, es una oportunidad para reposicionar el puerto en una área en la que tradicionalmente tenía una gran influencia», añadía Roigé.
A finales del pasado mes de noviembre el Congreso aprobó una enmienda para que se incluyera una partida de un millón de euros en los Presupuestos Generales del Estado, para iniciar la redacción del estudio informativo. Pese a ello, las cámaras de comercio de Tarragona y Teruel consideran que debe insistirse para que estos estudios sigan adelante y finalmente esta reivindicación sea una realidad.
Ambas corporaciones también acordaban colaborar en otros dos aspectos. El primero hace referencia en compartir experiencias de turismo cultural, teniendo en cuenta que tanto Tarragona como Teruel tienen elementos Patrimonio de la Humanidad. Roigé ponía en valor que en este campo pueden abrirse nuevos escenarios de colaboración que pueden servir para «retroalimentarnos».
Finalmente, esta alianza promueve establecer un nuevo marco de cooperación en cuanto al sector agroalimentario, teniendo en cuenta que «ambos tenemos productos de primera calidad». «El jamón de Teruel, el melocotón de Calanda, el ternasco de Aragón y la trufa negra de Sarrión son tan solo algunos de los productos que ellos tienen y en cambio aquí no, por lo que vamos a ver cómo podemos colaborar y si podemos ir conjuntamente a ferias alimentarias», añadía Roigé. En esta misma línea, también se abre la puerta a que en un futuro puedan compartirse acciones internacionales que beneficien la exportación de estos productos en mercados gourment, como pueden ser Suecia y Bélgica. «A veces como cámara hacer un grupo de empresarios para ir a un tercer país es complicado y, al final, a lo mejor podemos crear alianzas que sean beneficiosas para todos», añadía.