Llegan esos días de magia e iluminación, cuando todo parece posible. Tal y como marca la tradición navideña en Tarragona, después de Nadal y Sant Esteve es el turno del Parc de Nadal y el Magatzem Reial, que se encargan de calentar los motores y subir el barómetro de la emoción entre los más pequeños. Aquí lo único que importa son sus caras de ilusión fascinante de cuando se cumplen los deseos, una expresión llena de sinceridad que lo dice todo. Ahora es su momento: mandan ellos.
Después de unos días de preparación, el Magatzem Reial del Refugi 1 del Moll de Costa se puso en marcha este miércoles con una multitud de pajes reales trabajando sin parar para hacer llegar los regalos a todas las casas. Abrió sus puertas por cuarto año consecutivo para recibir a centenares de tarraconenses grandes y pequeños que quedaban alucinados al ver la magia con sus propios ojos.
Renovación
Este año, el renovado y alargado Magatzem Reial ofrece un recorrido amable y pensado para todos los públicos entre los elementos más vistosos e importantes de la cabalgada tarraconense, las carrozas, y un grande almacén lleno de regalos. Se organizan pases de 75 personas cada media hora, previa inscripción, y la organización prevé superar las 7.000 visitas. «La mejor parte es la del principio, cuando podemos ver las carrozas de cerca... o bueno, también nos ha gustado el pasadizo de los regalos», explicaban unas dudosas Andrea y Arlet, de seis años, al salir.
Solo hace falta ver las caras de felicidad ante los pajes constructores, que son capaces de convertir un saco de plásticos viejos en un juguete perfecto, o la montaña de cartas que se acumulan en el suela esperando ser leídas. «No contamos los días que faltan pero sí que nos ponemos cada día más nerviosas», reconocían Arlet y Andrea, después de echar su carta de deseos en el buzón. El Magatzem estará abierto hasta el 30 de diciembre, mañanas y tardes.
El circo
Muy cerca, en el Palau de Congressos, el Parc de Nadal también recibió este miércoles sus primeros visitantes. El motivo este año es el circo, con numerosas actividades de equilibrio, malabarismo, platos chinos, perchas y espectáculos. Consta, además, de un espacio de conducción infantil, la parte deportiva, los talleres y el pintacaras, que entre leones, perros y mariposas es el que tiene más éxito. Y si hablamos del circo aparecen los saltimbanquis y los numerosos hinchables, de dónde salen Mariona y Joan Albert, de once y seis años. «Hay pocas actividades para los niños de nuestra edad pero las actividades de circo me han gustado mucho», afirma ella, que no se ha perdido ningún Parc de Nadal.
Este año, tanto las actividades del Parc de Nadal como la propuesta del Magatzem Reial se han centrado en el mensaje de la sostenibilidad, con talleres y actos que comparten entre los más pequeños la importancia del reciclaje, sobretodo ahora, en las épocas navideñas. El Parc de Nadal y estará abierto hasta el 4 de enero, mañanas y tardes, excepto la tarde del 31 de diciembre y la mañana del 1 de enero.