Cinco años después, llega otra resintonización obligada de la tele. El 5G, la quinta generación tecnológica de la industria de la telefonía móvil, permitirá conectarse a la red a mucha mayor velocidad y con mucha más capacidad, pero también dará algún que otro quebradero de cabeza. Los inquilinos de unos 22.000 edificios de viviendas de la provincia deberán resintonizar la antena comunitaria para poder seguir viendo la tele. Son aquellos bloques de tamaño medio o grande. La obligada resintonización afectará a más de 419.000 tarraconenses. Los cambios serán más profundos y costosos en el Camp de Tarragona que en las Terres de l’Ebre.
Son, aproximadamente, los mismos afectados que en 2014 tuvieron que acometer una resintonización, en aquel momento, para la implantación del 4G. En total, de acuerdo a las estimaciones realizadas por la Secretaría de Estado para el Avance Digital, afectará a alrededor de 850.000 edificios y 21 millones de habitantes. Serán los edificios comunitarios los que tendrán que adaptar sus instalaciones de antenas colectivas para continuar recibiendo la oferta completa de canales de TDT y para ello deberán contactar con un instalador registrado; dispondrán de un plazo máximo de seis meses y contarán con ayudas públicas que podrán solicitarse a partir del 20 de septiembre.
En concreto, el Gobierno destinará 145 millones de euros, la mitad de lo que pedía el sector, y las ayudas por bloque en la provincia oscilarán entre un mínimo de 104,3 y un máximo de 260,95 euros, según las características de la infraestructura previa.
Quedarán excluidas de esta adaptación las viviendas individuales, donde únicamente se deberán resintonizar los televisores para poder disfrutar de la oferta completa de TDT, una vez que finalice la emisión simultánea. Este proceso no implicará la aparición ni desaparición de canales de televisión, simplemente se desplazan de frecuencias. Asimismo, cabe incidir en que este proceso no implicará la obsolescencia de televisores ni descodificadores TDT. A partir del 30 de junio de 2020, la banda de 700 MHz estará disponible para la prestación de servicios asociados a la telefonía móvil de quinta generación, dentro del Plan Nacional 5G.
Ahora se trata de liberar las frecuencias de la banda de los 700 megahercios (694-790 MHz), que está ocupada precisamente por la TDT. La franja quedará para los servicios del 5G, mientras que la Televisión Digital Terrestre pasará a ocupar las frecuencias de la banda de 470 a 694 MHz. Dicho de otro modo, los canales de la TDT, que actualmente van del 49 al 60, estarán desde mediados del próximo año entre el 21 y el 48.
El proceso comenzó ayer en Mallorca, Ibiza, Formentera y 94 municipios de la provincia de Cáceres; mañana lo iniciarán 24 localidades de Huelva; se paralizará en agosto y en septiembre continuará en otras zonas de España como Albacete, Almería, Badajoz y Santa Cruz de Tenerife. Aún no hay plazo estipulado para la provincia de Tarragona, pero se estima que será cuestión de meses y que los responsables de las comunidades deben ponerse ya manos a la obra para que no pase como en el anterior apagón, que generó caos y colapso de última hora.
La liberación del llamado Segundo Dividendo Digital se producirá de forma escalonada en la mayor parte del territorio estatal. Quedan exentos de los cambios Asturias, Barcelona, A Coruña, Menorca, Melilla y parte de las provincias de Toledo y Murcia.
Tarragona Norte y Tarragona Sur
El Plan Técnico Nacional de la TDT, aprobado vía real decreto el pasado 21 de junio, establece dos áreas geográficas en el caso de la provincia, en cada una de las cuales hay que cambiar un determinado número de múltiples: Tarragona Norte, un área donde se incluyen ámbitos tan amplios como Tarragona capital, El Vendrell, Reus o Vila-seca y, básicamente, todo el Camp de Tarragona; y Tarragona Sur, que corresponde a Terres de l’Ebre, con municipios como Amposta o Tortosa.
«Es algo que no afecta a las viviendas unifamiliares pero sí al resto. En Tarragona se tendrán que cambiar cuatro canales y en las Terres de l’Ebre dos. Por imposición internacional, para mejorar la eficiencia del espectro, hay que liberar la banda 700 para dejar espacio a nuevos servicios como el 5G», explica Jordi Farré, presidente de la Associació Catalana d’Enginyers Tècnics de Telecomunicació y decano del Col·legi Oficial de Graduats Enginyers Tècnics de Telecomunicació de Catalunya.
Farré explica así la razón de ser del cambio: «Vendrá el 5G con unos números que son un disparate en cuanto a avances. Se trata de cambiar la banda del espectro, porque ahora dará más beneficio público. Es como convertir una carretera en una autopista».
«Ya hace cinco años, cuando se tuvo que hacer la adaptación, se dijo que no tendrían que quedar canales por encima del 48 y los propios técnicos del Estado siguieron poniendo por encima, cuando técnicamente no era necesario. Por eso ahora hay que hacer el cambio», explica David Ferré, ingeniero técnico en telecomunicaciones. Guillermo Canal, director-gerente de la Federació Catalana d’Empreses de Telecomunicacions de Catalunya, emplaza a que las comunidades se pongan a ello pronto: «No hay que correr pero conviene no dejarlo. En junio tiene que estar todo el proceso acabado». Canal añade: «Es algo que no se podía haber hecho hace cinco años, porque la tecnología ha ido avanzando este tiempo».
Lo que no paga el Ministerio
En el Camp de Tarragona habrá que modificar cuatro múltiples de canales y en el Ebre dos. En el Camp las ayudas por comunidad van entre los 104 euros y los 260, en función de la complejidad.
En el Ebre, con menos intervención, oscilan entre 104 y 256 euros. Hay una salvedad. «La subvención del Gobierno solo cubre algunos canales», dice Farré. «Los únicos cambios que son subvencionables son los de múltiples de emisiones estatales como Televisión Española o los autonómicos, de Televisió de Catalunya, pero no el resto de locales o autonómicos», incide Guillermo Canal.
Así, es probable que las comunidades de vecinos tengan que abonar una cantidad aproximada de 100 euros, al tener que cambiar por ejemplo los canales del grupo Godó o las televisiones locales. Una muestra: si una intervención estándar en una comunidad puede subir a los 360 euros, la subvención solo cubriría 260.
Son los daños colaterales de esta puerta al futuro. La medida debe impulsar a España en el desarrollo de esta tecnología, clave para el tejido empresarial y para el propio consumo doméstico.