«La Orden SLT/102/2015, de 21 de abril, establece plazos máximos de referencia para el acceso a los procedimientos quirúrgicos sin garantía, pruebas diagnósticas y consultas de atención especializada». Así encabeza el Servei Català de la Salut la página en que se indican los plazos máximos de referencia. Para intervenciones quirúrgicas programadas de prioridad preferente, el tiempo es de 90 días; para las de prioridad media, de 180, y para las de prioridad baja, de un año. En cuanto a las pruebas diagnósticas y las consultas externas de especialidades, la prioridad preferente marca 30 días de límite y la ordinaria 90 días. Además, se establece un plazo máximo de referencia de 48 horas para las consultas programadas de atención primaria.
Son cifras que contrastan con el dato de que, por ejemplo, en el Camp de Tarragona hay que esperar 182 días para someterse a una ecografía abdominal. Son seis meses, 143 días más que en diciembre de 2021. En las Terres de l’Ebre, el número de días ha pasado de 72 a 118 en el mismo período, un crecimiento algo más sostenido. De enero a diciembre de 2022, el número de pacientes que aguardaba una prueba diagnóstica aumentó de los 9.624 a los 11.683 en el Camp —un 21% más—. En el Ebre, pasó de 3.279 a 3.285. «Mientras haya listas de espera, la situación será preocupante, pero es que falta mucho personal; si nos centramos en la zona de Tarragona, falta especialmente en las Terres de l’Ebre», expresa Tani Francesc, delegada del Sindicat de Metges de Catalunya. «Se pueden crear más espacios, comprar más equipamientos, pero siempre hará falta un médico», añade.
«Se está haciendo un esfuerzo para centrar la actividad quirúrgica; de manera voluntaria, se ofrece la derivación para que la gente no tenga que esperar tanto», explica la delegada de la junta de personal del Hospital Joan XXIII de Tarragona, Marina Roig.
Por lo que al Camp respecta, entre enero y diciembre, se redujeron los días de espera de algunas pruebas, como la ecocardiografía, cuya media pasó de 211 días a 86. También se acortó el tiempo de espera de la mamografía de 83 a 35 días. El resto, sin embargo, se mantienen o han crecido. La ecografía urológica, por ejemplo, ha pasado de 58 días a 106; la colonoscopia, de 133 a 164, y la resonancia magnética, de 55 a 82. En el Hospital Sant Pau i Santa Tecla, hay que esperar 419 días para someterse a una colonoscopia, mientras que en el Hospital Sant Joan de Reus, el tiempo de espera medio es de 60 días. En las Terres de l’Ebre, la ecocardiografía ha pasado de 78 a 30 días; la polisomnografía, de 46 a 22; la resonancia, de 85 a 70, y el electromiograma, de 69 a 52. Estas reducciones contrastan con los crecimientos de pruebas como la ecografía ginecológica, que aumenta un mes; la colonoscopia, dos meses, y la mamografía, de 45 a 63 días. Concretando, en el Hospital de Tortosa Verge de la Cinta son necesarios, de media, once meses para una colonoscopia, mientras que en el Hospital Comarcal de Móra d’Ebre, el tiempo es de casi la mitad.
«Venimos de una década de recortes y de una pandemia muy dura donde se anularon muchas pruebas diagnósticas que se están realizando ahora», comenta Francesc. El personal médico está cansado y su media de edad está por encima de los 50 años: «La gente está desmotivada, y no es un problema de la sanidad pública, porque en la privada también pasa», apunta. Según Roig, «en Joan XXIII se está sustituyendo la máquina de los TAC por una nueva y quizás por eso la lista ha crecido un poco».
Las consultas externas
En toda la región sanitaria del Camp de Tarragona, las personas que esperan a una consulta externa con el especialista se ha incrementado en un 26% —de 31.447 personas a 39.903—. En las Terres de l’Ebre, sin embargo, la cantidad se ha reducido en cerca de un 10% —de 8.450 pacientes a 7.689—.
Si se analizan los datos concretos del Camp, se observa que el tiempo de espera para una consulta relacionada con alergias se ha reducido de 149 días a 66; así como la cardiología, que ha bajado de 71 a 62; la dermatología, de 161 a 108, o la neurología, de 62 a 46 en un año.
Por otra parte, en el caso de la urología, los días se han disparado: de 89 en enero de 2022 a 129 en diciembre, con un incremento en la lista de 52 personas. La cirugía general ha pasado de 68 a 81 días; la otorrinolaringología, de 110 a 178, y la traumatología, de 99 a 140.
Según las cifras de las Terres de l’Ebre, los días de espera para consultas relacionadas con la cardiología han disminuido de los 43 a los 31. En el caso de la dermatología, la bajada es aún más significativa: de tres meses a uno. Las relacionadas con el aparato digestivo, la oftalmología, la urología, la cirugía general y la traumatología también se han reducido.
Las intervenciones quirúrgicas
Las operaciones se dividen entre las que tienen un tiempo de espera garantizado y las que disponen de un plazo de referencia.
Por lo que a las primeras respecta, la subdivisión comprende procesos oncológicos, cirugía cardíaca, cataratas y prótesis de rodilla y cadera. En el apartado de procesos oncológicos, en el Camp, la operación con más tiempo de espera es, con 45 días, la neoplasia maligna de hueso. Por otra parte, hay algunas que se han reducido con respecto al 2021, como la neoplasia maligna de cabeza, de cuello y de estómago.
En el caso del Ebre, la intervención que más tiempo de espera exige es, con 19 días, la neoplasia maligna de ovarios y anexos. No obstante, tal como pasa en el Camp, los días de espera se han reducido en el último año.
En cuanto a las cataratas, prótesis de cadera y de rodilla, las tres intervenciones aumentan su lista de espera en 2022 en el Camp: de 87 a 90 días, de 191 a 212 y de 200 a 231 respectivamente. En la región sanitaria de l’Ebre, contrariamente, decrecen los días: de 92 a 70 y de 110 a 95 en cataratas y prótesis de cadera. Aumentan, eso sí, en la prótesis de rodilla: de 102 a 108. «Anualmente, se compran un número determinado de prótesis que no puede ser más del que es, por eso pedimos más inversión», remarca Roig.
En el catálogo de otras intervenciones, en el Camp hay que esperar dos meses más para operarse de varices y casi uno menos para una hernia. En el Ebre, los días para una intervención de varices se quedan alrededor de los 200 y, en el caso de la artroscopia, se incrementan un mes. En cuanto a las hernias, también se mantienen. En este caso, sobre los 170. En palabras de Francesc, «a veces no son operaciones de vida o muerte, pero ese no es motivo ninguno para que se tenga que esperar tanto tiempo, esas personas están sufriendo».
Los testimonios
«Llevo cuatro meses esperando para una resonancia», relata María, vecina de Constantí. Años atrás la operaron de una hernia y, hace tiempo, notó una especie de bulto. Al descartar que la hernia fuera el motivo de dicha protuberancia, la doctora le mandó visita para realizarse una resonancia que a día de hoy aún continúa esperando.
El caso de José, vecino del Morell, es diferente. Él ya esperó cuatro meses para una telemetría y hace uno que está en lista de espera para someterse a una intervención de prótesis: «El médico no me pudo decir cuándo me iban a operar, así que no sé cuánto tendré que esperar», concluye.