El vídeo circula por las redes sociales. Un jabalí adulto, de más de 100 kilos de peso, se encuentra al lado de un contenedor de basura a rebosar. Las bolsas que se encuentran en el exterior son comida y si hay comida, el ejemplar de jabalí está allí para cenar.
La imagen que se ha grabado en el barrio de Sant Pere i Sant Pau es un ejemplo más de la llegada de estos mamíferos a las zonas urbanas. Los corredores biológicos que llegan a las ciudades y pueblos y la escasez de alimentos en su hábitat natural, hace que los jabalíes decidan irse de ‘excursión’ hacia zonas repletas de comida.
Los contenedores con las bolsas de basura depositadas en el exterior son ‘buffets’ ideales para que estos animales busquen comida. Su olfato y su hocico calibrado permiten que la localización de comida entre nuestros desechos sea fácil y accesible.
El ejemplar grabado en Sant Pere i Sant Pau sería potencialmente peligroso si se encuentra a una persona que considere como ‘peligro’ para su seguridad. Y esta convivencia indeseada es la que pone en riesgo muchas veces bajar a la calle y depositar la basura en los contenedores. Si hay un ejemplar de jabalí, mejor no acercarse y evitar que pueda atacar.
La irresponsabilidad de dejar la basura fuera del contenedor (si éste no está lleno o estropeado que impieda abrir la puerta) es un riesgo innecesario para los vecinos de un barrio que tienen zonas boscosas próximas y por tanto la posibilidad de jabalíes conviviendo cerca de ellos.