La Guardia Civil ha llevado a cabo dos actuaciones independientes en las comarcas de Terra Alta y Ribera d’Ebre, que han permitido rescatar a dos perros en condiciones de abandono y presunto maltrato animal. Las investigaciones están en curso y ya se han abierto diligencias judiciales en uno de los casos.
Primer rescate en Batea (Terra Alta)
El pasado 4 de abril, agentes de la Guardia Civil que realizaban un servicio ordinario en Batea detectaron en una parcela sin vallado la presencia de un perro atado que apenas podía moverse. Al acercarse, comprobaron que el animal estaba sujeto con una cadena metálica muy pesada, presentaba una delgadez extrema, rigidez en las extremidades, posibles signos de ceguera y un estado de higiene muy deficiente.

El único refugio que tenía el perro en la parcela era un barril metálico hueco, no había zona de sombra y los alrededores estaban llenos de excrementos y restos óseos. Según informan los agentes, el lugar carecía de condiciones mínimas para el bienestar del animal.
Tras la inspección inicial, se solicitó la intervención de los especialistas del SEPRONA, quienes confirmaron que el perro no tenía chip identificativo ni cartilla sanitaria, y que carecía de la atención veterinaria necesaria. El propietario del animal fue identificado y se le comunicó la apertura de diligencias por un presunto delito de maltrato animal.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Gandesa solicitó un informe veterinario pericial, que concluyó que existían signos claros de maltrato desde el punto de vista higiénico-sanitario y de bienestar animal. Como medida cautelar, la Guardia Civil solicitó al Ayuntamiento de Batea la retirada del animal y su traslado a un centro especializado, donde actualmente se encuentra en proceso de recuperación en condiciones óptimas.
Segundo rescate en Móra la Nova (Ribera d’Ebre)
El 13 de abril, el Centro Operativo de Servicios (COS) recibió una llamada del Ayuntamiento de Móra la Nova alertando sobre un perro que llevaba dos días atado a un árbol cerca de la protectora local. El animal, un mestizo de mastín de gran tamaño, mostraba un comportamiento muy agresivo, lo que impedía su rescate por parte del personal municipal.

El SEPRONA de Tarragona se desplazó hasta el lugar y encontró al perro en buen estado físico, pero atado a un almendro mediante un arnés y varias correas. Tampoco contaba con chip, lo que impidió su identificación.
Debido a la agresividad del animal, los agentes solicitaron la colaboración de un veterinario local, quien procedió a sedarlo para facilitar el rescate. Posteriormente, el perro fue trasladado a un centro gestionado por el Ayuntamiento para recibir la atención necesaria.
El SEPRONA ha abierto una investigación para identificar al presunto responsable del abandono, hecho tipificado como delito en el Código Penal.