Los Mossos han desarticulado un grupo formado por ocho personas que se dedicaba al tráfico de marihuana desde Mataró (Barcelona) y que contaba con numerosos cultivos de interior en toda Catalunya, en uno de los cuales se halló el cadáver de un encargado de la plantación que falleció por causas naturales.
Los Mossos han informado este sábado en un comunicado de que el pasado jueves desplegaron un operativo en las localidades de Tarragona, Mataró, Sant Iscle de Vallalta, Malgrat de Mar, Cervelló y Matadapera en el que participaron equipos de las unidades de orden público, canina y de drones.
En esta operación se detuvo a ocho personas, entre ellas a los principales líderes del grupo, se intervinieron más de 3.000 plantas de marihuana y 30 kilos de cogollos, y se decomisaron tres vehículos que los arrestados utilizaban para llevar a cabo su actividad delictiva en viviendas que tenían alquiladas por más de 10.000 euros al mes cada una de ellas.
Desarticulem un grup criminal establert a Mataró que controlava plantacions de marihuana de clausura arreu del territori en cases llogades per 10.000 €
— Mossos (@mossos) October 12, 2024
Hi tenien "jardiners" que no sortien a l'exterior, amb les persianes baixades i els portaven el menjar per no ser detectats pic.twitter.com/WZm6Xc2FOF
Explica la policía catalana que la investigación de este caso comenzó en julio de 2024 al tener indicios de la existencia de plantaciones de marihuana gestionadas por un grupo radicado en el Maresme.
La investigación permitió conocer que los líderes del grupo se desplazaban por los domicilios en los que se hacían los cultivos con comida y objetos para las personas que trabajan como jardineros, quienes pasaban semanas sin salir a la calle.
Los domicilios de los principales investigados se encuentran en las localidades barcelonesas de Mataró y Malgrat de Mar, desde las que se desplazaban a las situadas en Tarragona, Matadepera, Cervelló, Sant Iscle de Vallalta o Maçanet de la Selva, en cuyo interior se encontraban las plantaciones.
En todas ellas, el consumo eléctrico era muy elevado y los detenidos tenían pinchado el sistema de suministro eléctrico a la red general. La policía destaca que, durante la investigación del caso, los agentes pudieron observar como alguno de ellos manipulaba los contadores situados en la calle.
Durante la investigación, los policías observaron el pasado 24 de septiembre como dos personas que salían de una de las viviendas de Maçanet de la Selva tenían cara de preocupación y que uno de ellos lloraba, aunque no pudieron averiguar el motivo.
Ese mismo día por la noche, un abogado se presentó en la comisaría de los Mossos en Reus (Tarragona) para comunicar que un cliente suyo le había informado que se había encontrado una persona muerta en un domicilio de Maçanet, justamente el que estaban vigilando los policías.
Cuando los Mossos se desplazaron a la vivienda encontraron el cuerpo sin vida de una persona que presuntamente vivía en la casa y que se encargaba de cuidar una plantación de más de 900 plantas encontrada en su interior.
La autopsia practicada posteriormente al cuerpo determinó que esa persona falleció por causas naturales.
Tras la muerte de esta persona, los integrantes del grupo cambiaron sus rutinas, abandonaron su domicilio en Mataró y se mudaron a otro.
Las casas en las que se encontraban las cuatro plantaciones 'indoor' localizadas tenían siempre las ventanas cerradas y las persianas bajadas. El único movimiento que se observaba era la llegada de los integrantes del grupo criminal para llevar material para la plantación o comida y objetos a los jardineros.
Las plantaciones estaban en el interior de viviendas que habían sido alquiladas a nombre de terceros con contratos falsificados y con alquileres que superaban los diez mil euros al mes.
Los detenidos pasaron ayer a disposición judicial.