Los Mossos d’Esquadra han desmantelado una plantación con cinco invernaderos de marihuana y unas 5.000 plantas en una finca en Benifallet, en el Baix Ebre. El operativo policial, compuesto por unos cuarenta agentes, ha permitido detener a cuatro personas en una investigación que comenzó hace dos años. La mayoría de las plantas estaban en el mismo estado de crecimiento, listas para ser cosechadas, pero había medio invernadero que ya había sido recolectado y estaba en proceso de secado en la planta superior de una construcción dentro de la misma finca, donde los investigados no vivían, pero tenían un colchón y un baño.
La ACN ha acompañado a los Mossos en este operativo, que ha incorporado por primera vez drones y agentes de la unidad acuática, ya que la finca está junto al río y cerca del embarcadero. De hecho, los investigados habían utilizado barcas para acceder a la plantación, aunque los Mossos los vieron este jueves moverse en coche por un camino cercano a los invernaderos justo antes de la entrada de los agentes en la finca, la cual tiene un acceso motorizado complicado.
Los investigadores están ahora pendientes de poder hablar con el propietario de la finca para esclarecer si esta estaba ocupada o bien alquilada. Una de las principales dificultades del operativo ha sido precisamente el acceso a la finca, tal como ha afirmado el sargento jefe de la unidad de investigación de Tortosa, Eduardo Manuel Gil. “El diseño del operativo está orientado a minimizar los riesgos de que los investigados puedan huir”, ha puntualizado. Aun así, al verse sorprendidos, los cuatro detenidos intentaron escapar, sin éxito.
Una investigación a largo plazo
La investigación comenzó hace dos años. Los Mossos supieron de la existencia de esta plantación gracias a una patrulla. No pudieron actuar en ese momento porque la cosecha ya estaba hecha. El año pasado no hubo producción, y este año han tenido que adelantar el operativo justamente para evitar que los investigados se les adelantaran. Durante este tiempo, los Mossos han ido controlando accesos y caminos y han esperado a conocer las rutinas de los investigados para actuar. Hace dos años solo había dos invernaderos, pero ahora la infraestructura había aumentado hasta llegar a cinco.
Los detenidos tienen entre 30 y 55 años y están acusados, por el momento, de un delito contra la salud pública. Los Mossos no necesitaron una orden judicial porque no estaban entrando en ningún domicilio, pero sí se coordinaron con la judicatura. Además, tenían autorización para destruir las plantas in situ. Lo hicieron con una trituradora a través de un servicio externo. “Con las condiciones de acceso que tenemos por vía terrestre y el costo que hubiera supuesto sacar las plantas en barca, las destruiremos in situ, excepto la muestra, que nos llevamos”, indicó Gil. Con esta muestra, los agentes podrán determinar qué beneficio habría supuesto la droga en caso de llegar al mercado negro.
Según fuentes de los Mossos, contando las plantas localizadas este jueves, en el conjunto de la Región Policial de las Terres de l’Ebre se han intervenido cerca de 50.000 plantas de marihuana en 26 operativos relacionados con este ámbito en lo que llevamos de año.