Los Mossos d’Esquadra investigan la muerte de un padre y un hijo, cuyos cuerpos han sido encontrados con signos de violencia en un piso incendiado en Arenys de Mar (Maresme), según informa la policía. Las víctimas son un hombre de 32 años y un menor de edad.
Según explican los Mossos en un comunicado, agentes de la Policía Local de Arenys de Mar recibieron un aviso esa noche alertando de que podría haber una persona muerta en un domicilio. Junto con agentes de los Mossos d’Esquadra se dirigieron al lugar y observaron un incendio en el interior de la vivienda. Cuando pudieron acceder, encontraron a dos personas muertas con signos de violencia.
La vivienda se encuentra en una urbanización conocida como Colònia Andersen, que pertenece a Arenys de Mar, aunque su acceso natural es desde el municipio vecino de Caldes d’Estrac. La finca donde ocurrieron los hechos es una antigua casa de grandes dimensiones dividida en cinco pequeños apartamentos.
Durante el año, solo residen dos vecinos, el hombre fallecido la pasada noche y Jordi, otro hombre que vive solo. Ambos son inquilinos de la planta baja de la casa, mientras que el piso superior pertenece a otras tres familias que usan la vivienda de Arenys de Mar como segunda residencia.
De hecho, Jordi explica que en el momento de los hechos no había nadie más en la finca. Él llegó más tarde, y los otros vecinos estaban en su residencia principal. Una de las familias, proveniente de Santa Coloma de Gramenet, se ha enterado de lo ocurrido este martes por la mañana, cuando llegaron a la casa para realizar tareas de mantenimiento.
“Aquí siempre ha habido tranquilidad y nunca ha habido ningún problema. Hasta que pasa”, lamentó Jordi, vecino de la víctima. Además del hombre que vivía en la planta baja, también falleció su hijo adolescente, que lo visitaba con frecuencia, según relata este vecino.
Los padres del joven se habían separado y el chico visitaba a su padre. Últimamente lo hacía “bastante”, según el relato del vecino. También asegura que la relación entre ellos era buena, ante las especulaciones en el vecindario sobre la posibilidad de que se tratara de un caso de violencia vicaria.
En este sentido, la Divisió d’Investigació Criminal (DIC) (DIC) de Granollers se ha hecho cargo del caso, que está bajo secreto de sumario.