Un hombre que salió en defensa de una mujer que estaba siendo molestada acabó recibiendo dos puñaladas. Los hechos ocurrieron el año pasado en un local de la zona lúdica del Port Esportiu de Tarragona.
Ahora, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado al agresor a cinco años y medio de prisión como autor de un delito de tentativa de homicidio, con la atenuante de reparación del daño. Asimismo, durante diez años no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima, a la que tendrá que indemnizar con 9.000 euros por las lesiones causadas y 9.000 más por las secuelas.
Por otra parte, cuando el acusado consiga la libertad condicional, será expulsado de España, país al que no podrá regresar antes de diez años. Así consta en la sentencia de conformidad tras el acuerdo alcanzado por el fiscal, la acusación particular y la defensa.
Molestaba
El condenado es un ciudadano colombiano en situación irregular en España. Sobre las cuatro y media de la madrugada del 1 de abril de 2023 se encontraba en el interior de una discoteca ubicada en la plaza De l’Arrencada de l’Escullera, en Tarragona.
Estaba molestando a una cliente y, por ello, fue reprendido por la víctima. Como consecuencia de ello se inició una discusión entre los dos hombres. En el transcurso de la misma, la víctima propinó al encausado un golpe con una muleta, sin producirle lesiones y sin que se hubiera formulado denuncia por ello.
El acusado abandonó el local y al cabo de un cuarto de hora regresó. «Con ánimo de causarle la muerte o siendo consciente de que podría producir tal resultado», asestó dos puñaladas a la víctima en la zona del cuello, hasta que se fracturó el cuchillo.
Y ello a pesar de que diversos clientes del local le lanzaban botellas y taburetes para impedir la agresión.
Hospitalización
El agresor abandonó el lugar, sin prestar ayuda la víctima. Sus heridas tardaron 110 días en curarse, de los cuales 60 estuvo impedido y 12 hospitalizado.
El acusado fue detenido por los Mossos d’Esquadra el 1 de abril. Dos días después se decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza. Hasta el día del juicio, el procesado había resarcido al perjudicado la cantidad de 350 euros y el día de la vista oral 3.000.