Un turista francés de 28 años ha sido detenido esta madrugada de jueves por una patrulla de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de Salou y Vila-seca. Al hombre se le imputa un delito de robo con fuerza y otro de estafa y pasará a disposición judicial en las próximas horas.
El sospechoso se alojaba en un aparthotel de la avenida Pompeu Fabra de Salou y según consta en la investigación, este se aprovechaba de sus habilidades de escalada para pasar de balcón a balcón para entrar en las habitaciones contiguas. Saltaba por encima de la separación de las terrazas y si no había nadie y la puerta de la terraza estaba abierta, registraba el piso en busca de objetos de valor. Un ‘balconing’ sin alcohol.
En estas últimas horas, uno de los botines que se había llevado el sospechoso era dinero en efectivo, una tarjeta de crédito y otros objetos de valor de un piso vecino al suyo. Con el dinero y la tarjeta se había ido a dar una vuelta por la ciudad.
Según explican fuentes de Mossos, una de las víctimas vio en su móvil que le saltaba una alerta de uso de la tarjeta bancaria en un local de la calle Carles Buïgas. La víctima, que sabía que la tenía en la habitación, se personó con otros amigos hasta la mencionada tienda y tras explicar el porqué de la visita lograron ponerle cara al presunto ladrón. Mediante las cámaras de seguridad del local, tuvieron la primera referencia.
Saliendo de la calle Carles Buïgas, una nueva alerta al mismo móvil. En esta ocasión procedente de la parada de taxis de la calle Barcelona. Los amigos se acercaron hasta allí y hablaron con el profesional, que rechazó al cliente porque la tarjeta ya estaba bloqueada. Los amigos enseñaron de nuevo la foto y el taxista confirmó que era el cliente que no podía pagar con tarjeta.
La investigación que llevaban la víctima y sus amigos tuvo un primer golpe de suerte. La cara del presunto ladrón les sonaba y tras darle muchas vueltas se acordaron de que se habían cruzado con él en el aparthotel de la calle Pompeu Fabra.
Volvieron hacia allá con la esperanza de dar con él. Y la suerte les acompañó una segunda vez, ya que lo interceptaron en las puertas del resort. Allí lo retuvieron y pidieron ayuda para llamar a los Mossos d’Esquadra.
Alrededor de las 4 de la madrugada, los Mossos detenían al presunto ladrón. Habían recopilado las pruebas de las víctimas y con la ayuda de otra patrulla se había comprobado cada una de ellas.
Además, para comprobar si tenía otros objetos robados, hubo el tercer y último golpe de suerte. El acusado se había llevado unos auriculares inalámbricos que llevan localizador incorporado. Ello permitió ubicarlos en la habitación del sospechoso y poder recuperarlos. Una nueva prueba en contra del acusado.
