Un turista francés falleció este lunes poco antes de la medianoche del martes en la calle Saragossa de Salou, justo delante del restaurante El Abuelo. Los hechos pasaron desapercibidos hasta que la víctima cayó de bruces en el suelo.
Los disparos que habían precedido el asesinato se entendieron en un primer momento como un sonido de un arma de juguete, de fogueo... pero nada hacía pensar que disparaban a bocajarro a un peatón de 24 años de nacionalidad francesa que al parecer estaba de paso (estaría alojado en un hotel).
La caída del peatón en la zona de terraza del restaurante El Abuelo hizo reaccionar a los clientes y peatones que poco antes de las 23 horas estaban disfrutando de una cálida noche de mayo en esta calle peatonal de Salou.
Los gritos, las carreras y el caos se apoderó de casi todos. Algunos tuvieron la sangre fría de sacar el móvil y grabar (son los vídeos que corren por las redes desde última hora de ayer). La víctima estaba inconsciente y los autores, tres personas, de una edad similar habían huido a la carrera en sentido norte. Uno de ellos en la esquina de la calle Barbastre fue interceptado y retenido, los otros dos, entre ellos el presunto autor de los disparos mortales, sigue en paradero desconocido.
La primera llamada de alerta al 112 entró a las 22.50 horas,. Salía la llamada del restaurante Boca -Boca, en la calle Saragossa esquina con Barbastre de Salou. El alertante avisaba que había habido un tiroteo a pocos metros de su local, habría posiblemente víctimas y tenían retenido a uno de los posibles autores.
Lo explicaba así, porque fueron dos de sus camareros los que se abalanzaron contra uno de ellos en el momento de huir y lo neutralizaron. No sabían que iba armado, no sabían si él había disparado previamente.
Pero lograron inmovilizarlo y aguantar la llegada de la Policía Local de Salou, que tardó en llegar la primera patrulla pocos minutos. Fueron ellos los que desarmaron al detenido y lo llevaron esposado a comisaría. Se trata de un turista francés de 32 años, que tras pasar por comisaría está detenido en manos de los Mossos d’Esquadra.
SEM y Mossos
En pocos minutos la calle Saragossa quedó cortada. Las diferentes unidades de SEM se volcaron con la víctima para intentar salvarla. Tenía tres disparos, uno a la altura de la clavícula, otro en la zona intercostal y el tercero terminó incrustado en la pata de una silla de la terraza.
Las versiones delos testigos no esclarecen si la víctima estaba sentado en ella o bien caminaba por la calle a paso rápido huyendo de sus perseguidores, que estaban alojados en un hotel situado a pocos metros de la calle Barcelona.
La víctima murió en el acto y se levantó el cadáver ya de madrugada. Esta mañana en la terraza de este restaurante no había rastro de nada, solo la marca de Mossos con el balazo en la silla. La investigación la lleva la Divisió d’Investigació Criminal (DIC) de la Regió Policial Camp de Tarragona.
Según las primeras informaciones, la persona que habría disparado vestiría chaqueta de chándal gris, pantalones cortos negros y riñonera cruzada. Además, mide aproximadamente 1,60 y es de complexión delgada.
El detenido, que no sería el autor de los disparos tras comprobar la grabación de las imágenes de un local cercano, llevaba una pistola corta en el tobillo y una navaja. De hecho, los trabajadores que retuvieron a uno de los autores de este homicidio alertaron a los agentes de que iba armado y que tuvieran cuidado.
Esta mañana, la presencia de medios de comunicación en la calle Saragossa ha levantado expectación entre los peatones, muchos extranjeros que iban de camino a la playa. Los testigos presenciales (tiendas y locales abiertos ayer a última hora de la noche) solo coinciden en oír los disparos, una persona fallecida, otra detenida y dos que huyeron.
Aunque la investigación está en su fase inicial, la hipótesis que cobra más fuerza es la de un ajuste de cuentas y éste podría venir determinado con las drogas.
El Ayuntamiento de Salou ha lanzado un comunicado remarcando que es un caso aislado y que lamenta los hechos. Algunos de los comercios de la zona admiten que la calle es tranquila y que más allá de algún grito o escaramuza, no recuerdan un episodio con armas de fuego y muertos.