La calle Alguer de Tarragona, cerca de la antigua plaza de toros (actual San Miguel Tarraco Arena), hay una serie de establecimientos de compraventa de segunda mano que siempre están en el ojo del huracán.
Este miércoles, a primera hora de la tarde, agentes de los Mossos d’Esquadra, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional y de la Guàrdia Urbana ejecutaron un operativo de seguridad amparado en la Ley Orgánica 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana. Cada uno de los cuerpos de seguridad asumió su parte de responsabilidad en el operativo para poder neutralizar toda aquella actividad ilegal que se pudiera estar realizando y proceder a detener y a confiscar si es necesario.
Fue la Benemérita la que tuvo más trabajo. La Guardia Civil inició los trámites para decomisar el contenido de una vitrina de uno de los locales que contenía varias armas blancas y réplicas de armas de fuego reales. Cabe recordar que desde Sant Joan hay especial interés en neutralizar la presencia de armas (blancas sobretodo) de las calles y evitar así agresiones y víctimas con ellas.
Fuentes de la Benemérita han explicado que en el operativo se confiscaron 20 armas blancas y 19 de aire comprimido; ocho cortas y once largas. Los agentes comprobaron que el establecimiento no disponía de la correspondiente licencia para la venta de este tipo de armamento y denunciaron a sus responsables por infracción del actual Reglamento de Armas.
El dispositivo que se inició pasadas las 14 horas se centró en tres establecimientos de compraventa de objetos donde habitualmente se concentran personas que también realizan operaciones económicas y sin licencia en la vía pública.
Los agentes identificaron a un total de 18 personas y denunciaron administrativamente a uno de los locales por no anotar las compras realizadas en el correspondiente libro de registro ni comunicar los productos adquiridos para poner a la venta tal, como están obligados este tipo de negocios.
Como en anteriores operativos, los policías comprobaron también que no hubiese ninguna persona en la calle esperando para captar a otras a quienes comprar material de segunda mano antes de acceder al interior de los establecimientos.
Se trata de una práctica no autorizada, dado que no existe ningún tipo de control, registro o comunicación a la policía y, por lo tanto, puede favorecer la receptación (’venta de objetos robados’) de objetos de dudosa procedencia.
Agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de los Mossos detuvieron a uno de los hombres identificados tras comprobar que tenía una orden vigente de búsqueda y detención. Se trata de una persona que se habría saltado la citación obligatoria en el juzgado y se había emitido una orden por ello.
Por parte de la Guàrdia Urbana de Tarragona, se instruyeron hasta cuatro actas por infracciones administrativas diversas, mientras que la Policía Nacional citó a una persona por infringir la Ley de Extranjería, ya que se encontraba de forma ilegal en el territorio.