La Audiencia Provincial de Tarragona ha aplicado la Ley de Amnistía a dos jóvenes que tenían que ser juzgados –por separado– uno por un delito de desórdenes públicos y otro por atentado a la autoridad por unos hechos ocurridos en 2019 en la ciudad de Tarragona tras conocerse la sentencia del Procés. Las magistradas de la Sala, después del escrito de la Fiscalía –que avalaba la extinción de la responsabilidad criminal–, han decidido dar carpetazo al asunto.
A uno de los investigados se le abrió causa penal por unos hechos ocurridos el 18 de octubre de 2019, cuando centenares de personas se congregaron en las inmediaciones de la Subdelegación del Gobierno, cuyo edificio estaba custodiado por los agentes de la Policía Nacional y de los Mossos d’Esquadra.
Uno estaba acusado de un delito de desórdenes públicos y otro de atentado a la autoridad
Según el escrito de acusación, el procesado estaba acusado de «mostrar una actitud desafiante e irrespetuosa hacia los agentes de la autoridad que allí se encontraban en el ejercicio de sus funciones profiriendo expresiones como ‘fuera las fuerzas de ocupación’ y lanzando, junto con el resto de personas integrantes de la masa allí congregada, botellas, latas, piedras, petardos y todo tipo de objetos hacia los agentes». Ello motivó que estos dieran indicaciones claras de que procedieran a su disolución.
Pero el procesado, según la Fiscalía, habría hecho caso omiso a las indicaciones e incluso «se quedó quieto, lanzando patadas y puñetazos hacia la línea policial formada y, seguidamente (...) se dirigió a un agente de la Policía Nacional».
Tras insultarlo, «le propinó varios puñetazos» y se resistió cuando se procedió a su detención. Iba vestido todo de negro, portando una sudadera con la capucha puesta así como una prenda que le cubría todo el rostro, salvo la zona de los ojos. El policía, que sufrió diversas lesiones, hizo uso tanto de su escudo como de la defensa que portaba, siendo auxiliado por varios de sus compañeros.
Segundo caso
Los hechos con el otro acusado ocurrieron a las nueve de la noche del día 21 en el lateral de la Subdelegación del Gobierno, en la avenida D’Andorra. Allí estaba desplegada una furgoneta de ARRO de los Mossos.
El sospechoso «mostró una actitud desafiante e irrespetuosa hacia los agentes, profiriendo cánticos hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado». El procesado «lanzó una botella de vidrio, que impactó contra la reja protectora delantera del furgón policial y una piedra dirigida a los agentes, que no llegó a alcanzar la línea policial, mientras profería insultos.
El joven se encontraba entre un grupo de varias personas encapuchadas y con el rostro oculto.
