Los catalanes están dispuestos a invertir una media de 420 euros en la adquisición de dispositivos tecnológicos que contribuyan a crear un hogar inteligente, según compilación el informe «La tecnología se instala en el hogar» elaborado por el Grupo Mutua Propietarios para conocer la penetración de estos utensilios en nuestro día a día.
Y es que, solo un 29% de los catalanes considera que vive en un hogar inteligente, una percepción que mejora en las viviendas unifamiliares o más amplias, y que empeora en los hogares con miembros de mayor edad o con menores ingresos.
Por eso, uno de cada 4 catalanes asegura que adquirirá, al menos, un aparato inteligente más en un futuro próximo. A pesar de esto, un 56% ven «peligroso» tener tantos dispositivos con IA.
De acuerdo con el informe, los robots de limpieza (41%); los altavoces inteligentes con asistencia virtual (37%) y los sistemas de seguridad inteligentes (33%) son los aparatos con mayor presencia en los hogares catalanes con especial incidencia en aquellos más jóvenes. Destaca la aparición de los robots de compañía, que ya se encuentran en un 3% de las viviendas.
«Mientras que los robots y el altavoces consiguen una penetración ya elevada; empieza a extenderse la utilización de sistemas de seguridad, luces y lavadoras inteligentes, mientras que los ‘androides’ de compañía empiezan a hacerse un espacio a los hogares y, en un futuro próximo, uno de cada diez catalanes afirma que adquirirá un acompañante virtual», explica Laura López, Subdirectora General Estrategia, Clientes y Canales Alternativos del Grupo Mutua Propietarios.
Reducir la carga domestica
Aunque hay poca predisposición a invertir en este tipo de utensilios -solo un 24% admite estar interesado-, los catalanes sí que reconocen sus ventajas, entre los cuales destacan las mejoras en ahorro energético (56%); la comodidad (40%); la seguridad (26%); la sostenibilidad (26%) o la reducción de la carga de las tareas domésticas (21%).
De hecho, el informe del Grupo Mutua Propietarios apunta al hecho de que un 42% de los catalanes valora de manera positiva como estos electrodomésticos le facilitan el día a día; y un 42% destaca la aportación de la inteligencia artificial para evitar hacer tareas que no gustan.
Por el contrario, el precio de estos electrodomésticos (56%) y la falta de intimidad (25%), son los principales factores en contra de la tecnología al hogar. En concreto, un 34% de los catalanes no confía que los aparatos guarden su intimidad; más de la mitad (56%) considera peligroso tener tantos dispositivos que funcionan con inteligencia y artificial, y un 64% asegura tener la sensación que, cuando utilizan tecnología, está ‘regalando sus datos’.
«En un país donde está generalizado el uso de cortinas y persianas para, además de controlar la luz y la temperatura, mantener la privacidad, la irrupción de la tecnología a los hogares está influyendo en nuestra percepción y su gestión, provocando una sensación de falta de intimidad», explica Laura López Demarbre.