El reusense Josep Maria Martorell es director asociado del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Simboliza a todos los científicos que se han implicado de un modo u otro en la lucha contra la pandemia.
«Manejamos todo tipo de datos y cifras, y sacamos logaritmos que permiten hacer previsiones, o prever si una vacuna puede funcionar o no. Hay cosas que sin un ordenador con gran capacidad sería prácticamente imposible. Es investigación complementaria. El impacto del trabajo realizado se ve en el día a día, y esto es muy reconfortante».
El centro de investigación ha participado en la búsqueda de una vacuna contra laCovid. «Nuestro papel se centra en la parte inicial de la investigación. Numéricamente hacemos simulaciones y prevemos si una fórmula podría o no funcionar», relata.
También han trabajado es en la elaboración de un logaritmo para predecir las camas que un hospital necesitará, un proyecto desarrollado con el Clínic muy necesario, sobre todo en los inicios de la Covid, «cuando era una lucha contra un fantasma».