De los quince días que Paola Molet estuvo en Nueva York solo hizo mal tiempo uno, justo nevó el de la presentación, al aire libre, de su colección de ropa en la azotea de un edificio de Broadway. «Estaba preocupada por si se mojaban y estropeaban las prendas y por si se cancelaba el evento, pero allí están más acostumbrados al frío que en España y se hizo sin ningún problema. Yo estaba al borde de una hipotermia, así que las modelos mucho más. La nieve aporta un toque dramático brutal a las fotos, estoy muy satisfecha con el resultado», cuenta la joven diseñadora de moda salouense, de 23 años.
Molet participó, hace unos días, en la plataforma de talento emergente Flying Solo, incluida en la Semana de la Moda de Nueva York -la cita mundial más importante del gremio-. Mostró ocho looks de su colección Camille, que ya presentó en la 080 Barcelona Fashion en 2020. «La original está formada por 21 piezas, pero para este desfile escogimos las ocho mejores, las que representan mejor nuestra filosofía y la idea que queremos llevar a la pasarela. Son prendas sin género, con colores bastante neutros y algún granate para contrarrestar las gama de blancos y negros», comenta.
Esta propuesta, que mezcla estilos masculinos y femeninos, está inspirada en la escultora francesa Camille Claudel, cuyo talento y obra quedaron ensombrecidos por su relación con el también escultor Auguste Rodin. «El estilo masculino enmascara al femenino, como le pasó a Camille Claudel. Ella no pudo ser quién quería ser por ser la alumna y amante de Rodin. Estuvo siempre a la sombra de él y nunca se le reconoció su talento como artista», explica Molet.
«Para personas atrevidas»
Molet, licenciada en Diseño de Moda en la LCI de Barcelona en julio de 2020, creó su propia marca de ropa en mayo del año pasado. Su base de operaciones está en Salou, primero en su casa y ahora en un local facilitado por el Ayuntamiento. «Hacemos un tipo de diseño más vanguardista de lo que estamos acostumbrados en España, en la línea de lo que se hace en Japón, París, Estados Unidos o en países del norte de Europa. Siempre es positivo que a quien le guste este estilo lo tenga cerca de casa y lo pueda comprar con facilidad», afirma.
En Nueva York trató de llamar la atención del público y dar a conocer su marca con unas prendas «bastante espectaculares». «Apostamos por un estilo unisex, que no excluya a nadie por ni por identidad de género ni sexo. Creemos en una moda universal, que todo el mundo pueda llevarla», dice. Su ropa es para personas atrevidas y con sensibilidad artística. «No son piezas normales y corrientes, siempre tienen algún detalle vanguardista o extravagante». También tiene una línea más básica, de fondo de armario, de camisetas, «pero las camisas son para gente con un estilo rompedor».
La Semana de la Moda de Nueva York fue su estreno entre los grandes de su oficio. «Fue una experiencia maravillosa, nunca creí que llegaría tan pronto. Con lo corta que es aún mi carrera profesional, poder estar allí mostrando mi colección es más que un sueño cumplido. Volveré porque es una ciudad que me ha enamorado, no solo por la experiencia sino por el ambiente. El estilo de vida me ha gustado muchísimo», concluye.