El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en Tarragona detectaron el pasado domingo 4 de febrero en una zona rural de Reus una trampa, consistente en una “red japonesa o de niebla” de unos 10 metros de larga y 2 de alta, en la que estaban atrapados 8 aves fringílidas (pajarillos cantores), así como dos jaulas con otros 16 ejemplares más.
La trampa se colocó cerca de las vías del tren y los responsables, ausentes en el momento de descubrirlas, las habían instalado al lado de las vías. Allí había jilgeros y otros ejemplares en jaulas como reclamo para que pudieran atraer a otros ejemplares libres y quedaran atrapados en las redes.
Estas aves, capturadas vivas, se venden de forma fraudulenta ya que son preciadas en concursos de canto, entre otros atributos: plumaje, color...
En Catalunya existen cuatro especies: jilgueros, verderones, pinzones y pardillo común. Se trata de una especie no cinegética cuya caza está totalmente prohibida, excepto en casos muy excepcionales, como fines científicos y siempre con autorización por parte del órgano competente de la Generalitat de Catalunya. También, la Ley de bienestar animal prohíbe “la tenencia, cría y comercio de aves fringílidas capturadas del medio natural”.
El uso de las redes japonesas o de niebla, así como las jaulas trampas entre otros artes, se encuentran totalmente prohibidos, al tratarse de métodos no selectivos, cualquier animal puede quedar atrapado en ellos, incluyendo a especies amenazadas, ocasionando un daño irreparable para la fauna.
La Guardia Civil continúa con las pesquisas para identificar a la persona o personas que han instalado las citadas trampas y realizado las capturas ilegales, con el fin de instruir diligencias por un supuesto delito contra la fauna silvestre. Los agentes actuantes, una vez comprobaron el estado de las aves silvestres capturadas, procedieron a su puesta en libertad, devolviéndolas a su hábitat natural.