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Vecinos de varios barrios de Reus, preocupados por la cantidad de locales comerciales vacíos

Los residentes de la periferia, sobre todo, encuentran que cada vez «cierran más comercios de primera necesidad» y les gustaría que «los barrios se dinamizaran más, igual que el centro»

02 diciembre 2022 20:48 | Actualizado a 03 diciembre 2022 07:00
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Vecinos de varios barrios de Reus dicen estar preocupados por la cantidad de locales comerciales vacíos que hay y quieren que la administración local «los dinamice más, igual que en el centro». Algunos representantes vecinales dicen que se trata de un problema «estructural» que «se acentuó hace años, tanto en los barrios céntricos como aquellos que están más alejados del casco antiguo». Todo gira en torno a «las grandes superficies, que es lo único que dura».

«Los barrios periféricos son los que se llevan la peor parte, porque si no hay un local comercial abierto, todo está muerto», valora el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, quien cuenta en «la parte de Mas Pellicer, ocho locales vacíos y en la parte alta de Sant José Obrero, unos 10». Navas recuerda que antaño había, incluso, un kiosco en Mas Abelló.

La zona de Sant José Obrero ha conocido un panorama diferente en cuanto a establecimientos de proximidad: «Cada vez cierran más comercios de primera necesidad. Por suerte, en la zona del Tecnoparc hay un gran supermercado, pero hemos perdido una ferretería y una panadería, entre otros establecimientos. Esos locales daban vida y están desapareciendo».

A los residentes de la periferia, como Navas, les gustaría que «la actividad se dinamizara allí, también, y no solo en el centro». «Ahora, solo quedan un par de fruterías y varios bares», hace recuento el presidente de la Associació de Veïns I de Maig.

El precio de los locales es visto por las entidades como un obstáculo para facilitar su ocupación

El presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias, Francesc Jornet, manifiesta por su parte que a ellos les preocupa que haya «tantos locales vacíos» y que «hace poco, cerró una cafetería». «Cada vez hay menos locales ocupados, así vamos perdiendo servicios», dice Jornet. «Todo empezó por allá el 2009. El hecho de que muchos de estos locales estuvieran ocupados y luego permanezcan tanto tiempo cerrados no ayuda. Cuantos más años estén cerrados, peor», insiste Jornet.

El presidente de la Associació de Veïns El Roserar de Mas Iglesias añade que la administración crea iniciativas para incentivar la ocupación de locales comerciales en el centro, pero hay rincones en la ciudad que «necesitan un empujón, también». El representante vecinal es conocedor de que se trabaja para conectar el sur de la ciudad con el núcleo, pero «hablamos con muchos vecinos de otras asociaciones y el problema siempre es el mismo, y es que la gente le cuesta apostar por el negocio de proximidad y luego está el precio de los locales, son muy caros y mantenerlos es difícil».

Adaptar los locales

La presidenta de la Associació de Veïns Amics del Barri Fortuny, Pepita Roig, plantea la opción de adaptar los locales comerciales vacíos, «convertirlos en viviendas para la gente que lo necesita». «Hay demanda habitacional, sería una solución que ayudaría a mucha gente», indica. La representante vecinal manifiesta que lo que hay que plantearse es, sencillamente, «qué idea de negocio puede durar en un barrio actualmente».

Las ideas escasean y los negocios que quedan a día de hoy en la zona de influencia de la Associació de Veïns Amics del Barri Fortuny, «son pocos, o a los propietarios les queda poco para jubilarse, o son gente medianamente joven que acaba de abrir el negocio». Roig expresa, por otro lado, que hay servicios esenciales que sí que los encuentran en el barrio aún: farmacia, bar, verdulería y peluquería. «Si los vecinos no encuentran los servicios, cogen el autobús o el coche y se van al supermercado más cercano, que es lo único que aguanta», declara.

El cierre masivo de entidades bancarias tiempo atrás también afectó la supervivencia otros locales, recuerda Roig: «Muchos oficinistas iban al bar o cafetería que tenían al lado, para desayunar o reunirse, y eso se ha terminado». La presidenta de Associació de Veïns Amics del Barri Fortuny indica que «por donde pasa el autobús también hay vida, es importante conectar bien la ciudad para asegurar la revitalización de zonas más alejadas del centro».

La capital del Baix Camp acoge iniciativas de entidades que apuestan por revitalizar locales comerciales vacíos. Es el caso de la entidad de comerciantes y profesionales de Reus Nord y a nivel municipal, está el proyecto que revitaliza los arrabales y su entorno, el Reus Espais Vius.

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