La sequía que está golpeando este año nuestro territorio – una muestra más de la emergencia climática– tendría que hacer abrir los ojos. Mejorar la gestión de los recursos, cada vez más escasos, no puede ser una opción, sino una obligación. Los usuarios podemos gastar menos agua en casa, pero el verdadero cambio tiene que venir de las administraciones y mejorar la gestión de los recursos disponibles.
Hace solamente dos años, los embalses de Siurana y Riudecanyes estaban a rebosar gracias al temporal Gloria. Y ya entonces, a pesar de los buenos niveles, grupos ecologistas y la comarca del Priorat alertaban que esa imagen no era garantía de nada y reclamaban, otra vez, la mejora de la gestión para, precisamente, evitar la situación actual: Siurana está a bajo mínimos (al 9% de su capacidad) y Riudecanyes, al 23,36%. De hecho, la Comunitat de Regants ha tenido que instalar un sistema de bombeo para garantizar el riego y, así, poder salvar la cosecha de avellanas y aceitunas.
«Estamos en un clima mediterráneo. Tenemos periodos de sequía y otros de abundante agua», alertaba Santi Borràs, miembro del GEPEC, en enero de 2020, con un pantano de Siurana por encima del 90%. «Ahora que no hay presión, es el momento de hablar sobre la gestión», reclamaban alcaldes de la mancomunidad del Topograpo (municipios que se abastecen del Siurana).
Entre las claves de la mejor gestión de los recursos hídricos, la reutilización del agua de las depuradoras es algo sobre lo que cada vez más se habla. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) ya lo plantea en Reus, con la intención de reutilizar cerca de un 25% del agua tratada en la depuradora para riego y usos urbanos. Esto ayudaría a liberar, en parte, el pantano de Siurana. Pero aunque hay un compromiso, todavía falta un ‘sí’ definitivo para que sea una realidad. «Queremos que se ejecute el proyecto para mejorar la gestión de recursos y garantizar el riego», advertía este mes de agosto Josep Z. Ferré, responsable del agua del Baix Camp del sindicato Unió de Pagesos.
En Tarragona ya hay el ejemplo de la depuradora de Vila-seca y Salou, que regenera agua para uso industrial desde 2012. También de la misma EDAR de Reus se reutiliza una pequeña parte, que es usada para riego en la Comunitat de Regants del Molinet y en el campo de golf Gaudí Golf Club. Pero también puede irse más lejos. Es el caso de El Port de la Selva, donde en 2015 se puso en marcha una prueba piloto para que el agua regenerada volviese a la red después de todo un complejo tratamiento. Así, se convertía en el primer municipio de Catalunya en hacer esta apuesta que ya es vigente en otros puntos del mundo, como California.
Aunque la idea puede levantar reticencias, «existe la tecnología para conseguir la calidad que se desee», explicaba Francesc Borrull, catedrático de Química Analítica en la URV, al Diari en un artículo publicado el 29 de mayo de 2020. Según apuntaba, es una cuestión económica, porque «a más calidad, más inversión y, como que sale más barato coger agua del río, es lo que se hace», explicaba. Para que todo ello sea posible, es necesario un tratamiento complementario, lo que se conoce como ‘terciario’.