En Reus escasean las zonas verdes. Así lo critica el Grup d’Estudi i Protecció dels Ecosistemes Catalans (GEPEC) y lo afirma el Observatori del Territori de la Generalitat en su último informe, en el que se revela que en el municipio hay 6,80 metros cuadrados de zonas verdes por habitante. Cifra alejada de los mínimos 10-15 metros cuadrados por cápita que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). El nuevo estudio del proyecto urbanístico del Forn del Soto, aprobado en el anterior pleno municipal del 5 de mayo, volvió a poner sobre la mesa este informe datado de agosto de 2018 que revela que Reus es la tercera ciudad de más de 50.000 habitantes con menos zonas verdes de Catalunya, solo por delante de Santa Coloma de Gramanet y L’Hospitalet de Llobregat (5,57 metros cuadrados de zonas verdes por habitante en ambos casos).
La transformación del solar en el que anteriormente había la antigua fábrica de jabones Mas Magraner era una de las esperanzas colectivas para disponer de un nuevo espacio verde en el centro de la ciudad. Sin embargo, este proyecto, iniciado en 2018 con el derribo de la fábrica, se ha traducido en una actuación urbanística donde primarán las viviendas, ya que el espacio principal será dedicado a la construcción de dos edificios, dejando menos espacio verde público de lo deseado. Algo insuficiente, según tachó la CUP en el pleno y también para el GEPEC, dado el potencial que inicialmente tenía la zona.
«Reus siempre ha tenido un déficit estructural de zonas verdes. Nos decían que era por errores del pasado, pero recientemente ha habido un par de oportunidades y se ha preferido construir», opina el presidente de Gepec-EdC, Xavi Jiménez. Es consciente que integrar este tipo de zonas en la trama urbana no es sencillo, pero recuerda que «Reus no ha aprovechado las oportunidades», haciendo referencia a los casos de la Sedera y el Forn del Soto, dos solares en los que se construirán edificios. «El Ayuntamiento hubiera podido adquirirlos y destinarlos a zona verde», lamenta.
Xavi Jiménez recuerda que el mínimo recomendable por la OMS hace referencia a zonas verdes útiles, «mientras que el estudio de Generalitat se basa en las zonas verdes que constan en el planeamiento urbanístico de cada ciudad, independientemente de si son útiles o no. Es decir, se incluyen espacios verdes como pueden ser las rotondas», puntualiza Jiménez. En este sentido, el presidente del Gepec remarca que, realmente, las cifras son inferiores a las expuestas en el estudio y, por lo tanto, son aún más alejadas de las recomendaciones de la OMS. «También cabe recordar que la cifra de 10-15 metros cuadrados de zona verde por habitante es el mínimo y que, en realidad, lo recomendado es disponer de entre 15 y 20 metros cuadrados», añade. Desde Gepec se recuerda de la suma importancia de disponer de estos espacios integrados en la trama urbana y de los beneficios que aportan a la sociedad. «Lo recomienda la OMS, así que es una cuestión de salud, de calidad de vida», recalca Jiménez, quien recuerda que la finalidad de estas zonas es la de aportar tranquilidad a la ciudadanía. «La gente ha de tener la posibilidad de hacer un paréntesis en su día a día, y poderlo hacer dentro de la ciudad. Es un modelo extendido en ciudades europeas», señala.
En la capital del Baix Camp, Jiménez señala el Parc Sant Jordi como un buen ejemplo. Otro sería el paseo de la Boca de la Mina, aunque, en este caso, el presidente de Gepec remarca que está al extrarradio. Y es que, según apunta, «el sentido de las zonas verdes es que estén integradas en la trama urbana, que esponjen la ciudad y que estén repartidas en las distintas zonas o distritos. Si para ir a una zona verde tienes que coger el coche, ya no cumple con su función», avisa.
18.000 € para un plan director
Las últimas cifras municipales revelan que Reus cuenta con 548.000 metros cuadrados de zonas verdes y, aproximadamente, 67.5000 árboles. En este ámbito, la última gran actuación municipal, finalizada en 2019, es la del parque U d’Octubre-Jardins de Mas Mainer, con 6.000 metros cuadrados.
Cabe recordar que el Pla d’Acció Municipal 2019-2023 prevé la ampliación y potenciación de las zonas verdes. Además, el consistorio ha anunciado recientemente, a través del Pla de Reactivació Econòmica i Social para enfrentar las consecuencias del Covid-19, una partida de 18.000 euros referente a la elaboración de un Pla Director de zonas verdes para mejorar la accesibilidad y la inclusión social.
El objetivo de este plan es analizar la ciudad con el fin de planificar acciones futuras sobre la estructura de zonas verdes y parques en la ciudad, para mejorar su accesibilidad e inclusión social. Como detalla la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Reus, Marina Berasategui, se tendrá que «analizar el estado, la funcionalidad, la situación y el uso de los parques y zonas verdes actuales». También señala que será necesario replantear el uso y clasificación de los actuales parques y hacer un análisis de la conectividad entre los ya existentes. Otro aspecto a trabajar será la indicación de posibles recorridos con el fin de tejer una red de zonas verdes. «Este plan director tendrá que definir la planificación económica de ejecución de todas las acciones que se propongan, y será consensuado con los agentes clave de la administración, tejido social y formativo», señala Marina Berasategui.
Por otro lado, desde el consistorio defienden que «Reus es un territorio rico más allá de su extinción urbanística». En ese sentido, ponen en valor los once itinerarios enmarcados dentro del núcleo urbano y de los caminos, barrancos y rieras del término municipal, además de las masías y árboles de interés local. En ese aspecto, también señalan que el núcleo urbano de la ciudad tiene numerosas zonas con árboles, macetas o jardines naturales, como es el caso del paseo Sunyer y Prim o la última instalación de macetas y jardineras en el arrabal Santa Anna.