Reus se ha convertido en todo un referente en cuestión de movilidad sostenible y compartida en la provincia de Tarragona. Desde 2019, todos los empleados del consistorio tienen acceso a la flota corporativa de diez vehículos, todos ellos eléctricos. Por otro lado, en diciembre de 2020 aterrizaba en la capital del Baix Camp la empresa MEC Electric Carsharing, poniendo a disposición de la ciudadanía dos vehículos eléctricos, ubicados en el parking de la plaza de la Llibertat. Se trata del primer servicio de estas características que se instala en la demarcación, y el proyecto no termina aquí. Y es que la intención es consolidarse y seguir creciendo, al igual que la flota corporativa del Ayuntamiento, que este año se ampliará con unos cinco vehículos más. «Todo esto reafirma nuestro proyecto, que no íbamos nada equivocados cuando apostamos por el vehículo compartido, aunque al principio parecía algo descabellado», señala el concejal de Recursos Humans y Medi Ambient, Daniel Rubio.
Tras un amplio despliegue de puntos de recarga por toda la ciudad (actualmente hay 26, entre municipales y privados), a mediados de 2019, el consistorio sustituía la flota municipal de 16 vehículos de combustible por diez coches eléctricos. Y no sólo esto, sino que se incorporaba el sistema de carsharing, es decir, coche compartido. Un paso adelante hacia la apuesta de la reducción de la emisión de gases contaminantes, «pero también una cuestión económica: menos vehículos con mayor uso», recuerda Rubio. Con este cambio, la flota dejó de ser exclusiva de un área municipal determinada y pasó a abrirse a cualquier empleado municipal que lo necesitara. Sólo es necesario reservar el vehículo vía online, a través de un aplicativo.
En dos años, 56 usuarios han utilizado el servicio, con 1.500 reservas y 55.000 kilómetros realizados con unos coches que tienen una autonomía de unos 300 kilómetros. Ahora, y tras la buena valoración que se hace desde el consistorio del servicio, se cree oportuno crecer. El concejal recuerda que la intención era ampliar la flota este año, pero con el impacto de la Covid, el Ayuntamiento redujo la partida de inversiones. «Ahora lo retomamos», subraya Rubio. De hecho, en el plan de inversiones de 2022 se prevén 130.000 euros en esta materia, «y la intención sería adquirir cuatro o cinco vehículos eléctricos más», avanza.
Todo ello se suma a la llegada de MEC Carsharing a la ciudad, una empresa dedicada al alquiler de coches afincada en Barcelona, Vilafranca del Penedès, y desde hace menos de un año, en Reus, en la segunda planta del parking de la Llibertat. Disponen de dos vehículos en la capital del Baix Camp «y la intención es trabajar para consolidar el servicio en la ciudad», recalca el Product Manager de MEC Carsharing, Joan Francesc Costa. Pero a pesar del relativamente poco tiempo que llevan en Reus, su intención es poder crecer pronto, ampliar la flota y, en un futuro, instalarse también en Tarragona. Pero todo, paso a paso. Y es que, según cuenta Costa, «buscamos un crecimiento sano, que sea rentable. Ofreciendo un buen servicio, que cree demanda y, a partir de aquí, crecer».
Como detalla el Product Manager de la empresa, el coche compartido eléctrico es todo un fenómeno, muy instaurado principalmente en grandes ciudades, como Barcelona o Madrid. «Pero queda muchísimo trabajo por hacer. No hay el servicio en ciudades pequeñas porque la mayoría de empresas del sector son multinacionales y se centran donde hay la gran demanda», señala.
¿Y qué requisitos hay que tener para que un servicio de estas características se ubique en una ciudad? «La principal es que haya parkings bien ubicados y con posibilidades de cargadores eléctricos», dice. Lo cierto es que cada vez hay más puntos de recarga, esencial para que el vehículo eléctrico se extienda, «y hay más de lo que parece», pero a pesar de todo «sigue siendo un hándicap», admite Joan Francesc Costa.
Para empresas y particulares
En cuanto a los usuarios, desde MEC Carsharing detallan que la mayoría son personas que nunca han usado un coche eléctrico, «pero es muy fácil de usar y muy cómodo. También es fácil cargarlo, y siempre damos información para que el usuario lo tenga todo claro». Los fines de semana, los usuarios acostumbran a ser particulares, pero los días laborales, el cliente potencial son empresas de la ciudad «o que no disponen de flota propia o que usan este servicio para complementarla».
Uno de los clientes habituales es Etecnic, una empresa ubicada en Reus dedicada a la ingeniería energética y la movilidad sostenible, «por lo que es un sistema que viene ya en nuestro ADN», exclama el CEO de Etecnic, Jorge Ríos. La empresa dispone de una flota propia de cuatro vehículos eléctricos y son los propios empleados que gestionan las reservas de los coches. «Cuando hay un exceso de demanda, antes de adquirir automáticamente un nuevo vehículo, apostamos por el uso del servicio externo, que se trata del que ofrece MEC Carsharing», por lo que se trata de un complemento para ellos. Así pues, Etecnic apuesta también por un crecimiento real de su flota, creando primero una demanda, usando cuando es necesario un servicio externo y, posteriormente, valorar si es necesario un nuevo coche.
«De entrada, el trabajador siente cierta incomodidad porque no sabe exactamente dónde tendrá que ir a buscar el coche, qué tendrá que hacer... Pero después, la experiencia es muy positiva», explica Ríos. De hecho, comenta que hay empleados, como es también su propio caso, que no disponen de vehículo particular «y es que al fin y al cabo, sale muy a cuenta».
Así también lo expresa Joan Francesc Costa desde MEC Carsharing, que defiende que si se hace un uso puntual del coche, «si haces números te acaba saliendo a cuenta alquilar por unas horas o unos días un vehículo, y si es eléctrico, más respetuoso aún».