Situada entre Reus y Les Borges del Camp, la hípica PikDame vio alterada su tranquilidad hace varios meses. Fue con la llegada de dos caballos de auténtica raza que siguen sin pasar desapercibidos entre el resto de animales de las cuadras. Son Lester y Bambino, dos majestuosos ejemplares de color negro cruce de caballo purasangre inglés y caballo irlandés. Ambos reúnen las mejores cualidades posibles. «Son caballos fuertes físicamente, muy rápidos y, sobre todo, muy inteligentes», explican desde PikDame –Dama de Picas–.
Pero lo que todavía les hace más especiales es que son propiedad de la Guardia Montada de la Reina Isabel II de Inglaterra y que han sido instruidos por los mejores adiestradores y jinetes de la Household Cavalry Mounted Regiment. Se trata del regimiento de la caballería del ejército británico formado por unos 300 ejemplares y que se ocupan, principalmente, de las funciones ceremoniales. Por ejemplo, en el caso de Lester, que ahora tiene 14 años, llegó a competir como miembro de los Blues and Royals y a desfilar en el archiconocido cambio de guardia del Palacio de Buckingham en Londres. Pero el estrés y el estricto régimen militar que exige el ejército no terminaron de encajar con la personalidad de estos dos ejemplares.
«No es extraño que algunos caballos no se adapten a los métodos de entrenamiento convencionales y que los cuestionen; cuando no son gestionados adecuadamente, se bloquean. Algunos incluso se vuelven muy agresivos y peligrosos para las personas». Iris Ferré es la directora técnica de PikDame y principal responsable de que los dos animales hayan abandonado su Londres natal.
De hecho, Iris conoce muy bien todo lo que envuelve al regimiento de caballería de la Guardia Real Inglesa porque estuvo formándose y trabajando allí durante 10 años. Fue la base adquirida durante aquella etapa de su vida, y el buen recuerdo que dejó, lo que le ha permitido tirar hacia adelante el proyecto Symbiosis (www.symbiosis.cat).
Hace unos dos años, y junto con el CEO de PikDame, Arnau Gomà, empezó a gestionar la posibilidad de arrancar un proyecto para dar una segunda oportunidad a caballos problemáticos como Lester o Bambino. «Era una posibilidad muy remota acceder a estos animales porque nunca antes se había hecho una prueba igual», manifiesta.
Finalmente, y tras mucho trabajo a sus espaldas, Iris logró la deseada aprobación por parte de la Household Cavalry Mounted Regiment para llevar a cabo una prueba piloto y ver si dos de sus caballos más complicados podían ser entrenados de nuevo. «Cuando llegaron tenían un comportamiento muy peligroso. Eran muy desconfiados y su comportamiento ponía en alto riesgo la integridad física de las personas que interactuaban con ellos», recuerda. Una situación muy distinta a la actual.
Ahora, y tras incontables sesiones de trabajo y esfuerzo, los caballos empiezan a estar totalmente rehabilitados y ya responden a las indicaciones de Iris. Los humanos han dejado de ser motivo de desconfianza y temor. «El método Symbiosis se basa en establecer una relación respetuosa y armoniosa con los caballos para que puedan regresar al trabajo, al caballo se le mira integrando su cuerpo físico, mental y energético», explica, sin dejar de mencionar que es una metodología que busca una relación simbiótica entre el jinete y los caballos, como si fueran un todo. Una forma de trabajar, añade, que ya aplican desde hace años en la hípica.
De Londres al Baix Camp
Vistos los resultados obtenidos, desde PikDame esperan que esta historia tan especial que han iniciado tenga continuidad en el futuro. Sus planes son mostrar todos los logros obtenidos con los dos animales y que el ejército británico siga confiando en ellos para activar una línea pionera de colaboración.
Arnau Gomà cuenta que ésta pasaría por ir recibiendo a más caballos para que también pudieran ser reintegrados y adquiridos por nuevos dueños. Una posibilidad que ya han empezado a trabajar. Además, también contemplarían la opción de dar clases a los mismos jinetes del regimiento de la Reina Isabel II para que aplicaran el método Symbiosis que han creado en Londres con los ejemplares inadaptados.
Pero hasta que todo esto no llegue, lo que ya es una realidad es que tanto Lester como Bambino continuarán recibiendo la educación necesaria hasta lograr alcanzar un nivel de doma de alta escuela y disfrutando de otra vida en el Baix Camp. Su nueva casa.